Una celebración de la democracia en el homenaje a Adolfo Pérez Esquivel
Este viernes 13 de octubre, en el Auditorio Nacional del Centro Cultural Kirchner, se llevó a cabo el Concierto por la Paz, un homenaje del Ministerio de Cultura de la Nación a nuestro Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel. Participó del acontecimiento la murga uruguaya Agarrate Catalina, que celebró la paz y el logro colectivo de haber alcanzado cuatro décadas de democracia en nuestro país, con la presencia de Juan Carlos Baglietto como invitado.
Profesor, pintor, escultor y un fervoroso activista por la paz, Pérez Esquivel –quien fue largamente ovacionado en la sala– fue distinguido en 1980 con el Premio Nobel por su lucha en favor de los derechos humanos y en defensa de la democracia por medios no violentos frente a las dictaduras que golpeaban la región.
Se trató de una noche única con la participación de la histórica murga uruguaya que desde el principio desató una fiesta de colores, voces, candombe y murga, y cuyas canciones de carácter social invitan a reflexionar sobre la historia y acerca del presente que atravesamos.
El numeroso ensamble interpretó obras como “Las telenovelas”, “Vivir” y “Soy” para darle paso en el escenario a un invitado de lujo: Juan Carlos Baglietto. El artista recreó “Manifiesto de la media verdad” para luego cantar el híper clásico “El témpano”, de Adrián Abonizio, tema clave de La Trova Rosarina en los años ochenta.
Por la emoción que genera y por el marco especial del concierto, la interpretación conjunta de “Cinco siglos igual”, de León Gieco –quien no pudo estar en la celebración colectiva–, a cargo de Agarrate Catalina y Baglietto fue un pasaje inolvidable de la noche.
Luego, la murga uruguaya recorrió canciones como “Montevideo”, “Civilización”, “La violencia” y “Aporofobia”, de Tabaré Cardozo, pero el momento culminante fue cuando subió al escenario el homenajeado Adolfo Pérez Esquivel junto al ministro Tristán Bauer, quien le entregó la distinción en reconocimiento a su trayectoria.
Pérez Esquivel pidió a los presentes guardar un minuto de silencio en memoria a los caídos en cualquier conflicto bélico a lo largo de la historia de la humanidad, y acto seguido reflexionó sobre la importancia de la construcción de un mundo de paz, sin odios ni negacionismo, para Argentina, América Latina y el Caribe y el mundo.
Como cierre, volvió Baglietto como invitado para cantar “Lo que el tiempo me enseñó” con Agarrate Catalina, tras lo cual la murga uruguaya se despidió con “Bajada 2008”.
El concierto logró su cometido: una apuesta necesaria para seguir levantando en alto las banderas de la democracia, la defensa de los derechos humanos y la convivencia pacífica entre todos y todas. Frente a los discursos de odio y expresiones de intolerancia, la propuesta manifestó un homenaje y una celebración necesarios.
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