Silvia Iriondo
Sábado 27 de febrero, 18 h - Auditorio Nacional

Sábado 27 de febrero, 18 h - Auditorio Nacional
En una nueva fecha del ciclo de conciertos presenciales Palabra cantada, el Auditorio Nacional del Centro Cultural Kirchner recibe a la cantante recibe a Silvia Iriondo.
Acompañada por Cato Fandrich en piano, Horacio "Mono" Hurtado en contrabajo y Tiki Cantero en batería y percusión, la cantante presenta su último disco, Pasionarias. El álbum reúne la obra de cuatro grandes mujeres latinoamericanas: Violeta Parra por Chile, Chabuca Granda por Perú, Leda Valladares por Argentina y Frida Kahlo, México.
Se trata de un recorrido por el sentir de los pueblos de América, a través de la obra de estas cuatro mujeres unidas por el amor a la tierra, a la bandera, a la libertad, al arte, a la lucha y a los encuentros. En palabras de Iriondo: “Pasionarias es un proyecto que tiene muchos años en mí, quince o dieciocho años atrás es cuando construí la propuesta para presentarla en el Malba. El tiempo fue acercando otras realizaciones y este proyecto siguió esperando su momento. La necesidad surgió a partir de mi encuentro con los textos de Frida Kahlo, que me remitieron a la sorprendente afinidad que existe entre estas cuatro mujeres. Mujeres de habla hispana, apasionadas por el arte, fundadoras de un lenguaje artístico original, rupturista y referentes actuales del mapa cultural de América Latina. Es un tributo a estas mujeres, y en ellas a todas las que dan sentido y rumbo a nuestra existencia, entre quienes incluyo a mi madre tendida en su cama de flores espejadas, radiando estrellas”.
La entrada es gratuita, solo con reserva previa, que se puede gestionar a través de compartir.cultura.gob.ar/centro-cultural-kirchner desde el viernes 26 de febrero, a las 10 h. Todas las personas que asistan deben estar previamente registradas (inclusive menores de edad). No se podrá realizar reserva de entradas en el lugar. Se podrá reservar una localidad por persona por cada concierto, y hasta dos horas antes del horario de apertura del Centro Cultural, según la disponibilidad visible en este sistema. Los menores deberán ingresar en compañía de un adulto en todos los casos. En el ingreso al establecimiento (desde las 17 h) se deberá presentar el DNI, constancia de reserva (en forma impresa o digital a través del celular) y declaración jurada de salud vigente (mediante formulario online, App CuidAR o sistema equivalente). No se permitirá el acceso de ningún asistente que tenga una temperatura igual o superior a 37,5° C al momento del control. Será obligatorio el uso de tapabocas y el respeto a las normas de higiene, seguridad y distanciamiento que indicará el personal del lugar, según los protocolos sanitarios vigentes.

Nacida en Buenos Aires, la cantante Silvia Iriondo comenzó su carrera musical en la década del setenta, abordando diversos ritmos dentro del universo del folclore, con especial énfasis en la canción de los pueblos originarios, el canto anónimo, la copla indígena y la mirada de nuevos compositores, además de trabajar en sus propias obras.
Desde 1980 recorrió diversos escenarios de América Latina y Europa, y registró quince discos propios de producción independiente, entre los que se cuentan Silvia Iriondo (1990), Río de los pájaros (1996), Coplas para la luna (1998), Tierra que anda (2003), Ojos negros (2006), Mujeres argentinas (2010), Anónima. Tributo a Leda Valladares (2015), Tierra sin mal (2018) y Pasionarias (2020).
Participó como invitada en grabaciones y proyectos de artistas como Jaime Roos, Alberto Muñoz, Carlos Núñez, Carlos Aguirre, Raúl Carnota, Manolo Juárez, Lilián Saba, Luis Salinas y Jorge Fandermole, entre otros.
La canción anónima, el canto indígena, la voz del paisaje que describe el pensamiento y el ser argentino son el interés de esta artista que busca en lo ancestral la vigencia de una obra que da sentido y nombre a una cultura. También es maestra de canto, y desarrolla un lenguaje a partir de la técnica y de la experimentación vocal.
Iriondo reinterpreta la canción folclórica, búsqueda que define como “música fugitiva”, como aquello que permanece en constante cambio y promueve otra posibilidad. Para Silvia, el escenario es un “espacio ritual” donde cada canción se celebra de manera singular. A veces con una guitarra, otras con un piano, a capella o con un set de sartenes percutidas.
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