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Festival Poesía Ya!: Las paredes del Kirchner se visten de poesía

Literatura, Proyectos Especiales

En el marco del Festival Internacional Poesía Ya! 2023, las paredes del Centro Cultural Kirchner despliegan poemas para leer mientras se visita el edificio. Cada piso muestra un recorrido poético especial, en los que el público encontrará homenajes, poetas que participan del festival y nombres claves de la tradición poética argentina. También se convocó a tres ilustradores que trabajaron sobre esos poemas, aportando su “lectura”. El resultado es una visión personal del poema y una manera de aventurarnos a la imagen que proyectan las palabras.


Beatriz Vignoli. Ilustradora: Paula Susko

La caída

Si te dicen que caí
es que caí.
Verticalmente.
Y con horizontales resultados.
Soy, del ángulo recto
solamente los lados.
Ignoro el arte monumental del sesgo,
esa torsión ornamental del héroe
que hace que su caer se luzca como un salto.
Ese rizo del mártir que, ascendiendo
se sale de la víctima
y su propio tormento sobrevuela
no es mi especialidad. Yo, cuando caigo,
caigo.
No hay parábola
ni aire, ni fuerza de sustentación.
Un resbalón: espero. Al suelo llego
por la ruta más breve.
Un alud, una piedra,
una viga a la que han dinamitado.
No hay astucias del cuerpo en mi descenso.
Se sobrevive: el fondo
del abismo es más blando
para quien no vuela, sólo cae.
Si te dicen que caí,
no vengas
a enseñarme aerodinámica revisionista.
No me cuentes de los que cayeron venciendo.
No vengas a decirme
que no crees que haya sido un accidente.
En lo único que creo es en el accidente.
Lo único que sabe hacer el universo
es derrumbarse sin ningún motivo,
es desmoronarse porque sí.


Estela Figueroa. Ilustradora: Paula Susko

Tracé un paréntesis en mi vida.
En ese paréntesis puse mis emociones.

Como un chico que en una tarde de domingo
pasea con un globo
yo paseo con mi paréntesis
Si el hilo es fuerte
lo conservaré
Si es débil
no claro que no
Mis emociones
me inundarán
como un río.


Juan Carlos Bustriazo Ortiz. Ilustrador: Max Zolkwer

Tan huesolita que te ibas

tan envidiada de qué sombras la tierra ardía huesolita
la siesta ardía melodiosa tan como ibas tu sonrisa era
una piedra arrobadora y era otra piedra mi costilla
dulcequeamarga solasola cuajada de alta pedrería eran
tus voces tan palomas eran tus manos piedras finas
guitarra tan azuladiosa eras la piedra que acaricia piedra
te ibas quién te roba última brisa de la brisa o
flauta mía o leja y rota tan huesolita que te ibas tan
de la gracia mucha y poca si cuando vuelvas ves mis
días oh piedra llena llaga

..........................................hermosa!


Jorge Leónidas Escudero. Ilustrador: Max Zolkwer

Ante la inmensidad

Fue alguna de esas noches en que miraba cielo
en lejanías sobre campo oscuro y vi
cruzárseme un relámpago lejano. Fue tal
como ver chispear una idea
en el umbral de otro mundo.

Es como si en el fondo del desierto hubiera
querido hacerse luz una verdad pero
pasó fugaz y quedé a oscuras.

Parece que la inmensidad
quiere decirme un secreto y al ver
que todavía falta mucho en mí
queda muda.


Juan L. Ortiz. Ilustrador: Iñaki Echeverría

Fui al río…

Fui al río, y lo sentía
cerca de mí, enfrente de mí.
Las ramas tenían voces
que no llegaban hasta mí.
La corriente decía
cosas que no entendía.
Me angustiaba casi.
Quería comprenderlo,
sentir qué decía el cielo vago y pálido en él
con sus primeras sílabas alargadas,
pero no podía.

Regresaba
—¿Era yo el que regresaba?—
en la angustia vaga
de sentirme solo entre las cosas últimas y secretas.
De pronto sentí el río en mí,
corría en mí
con sus orillas trémulas de señas,
con sus hondos reflejos apenas estrellados.
Corría el río en mí con sus ramajes.
Era yo un río en el anochecer,
y suspiraban en mí los árboles,
y el sendero y las hierbas se apagaban en mí.
Me atravesaba un río, me atravesaba un río!


Susana Thénon. Ilustrador: Iñaki Echeverría

Al poema le incumbe todo, aun la tierra más ingrata,
la prueba más dura. De su confrontación consigo
mismo no está ausente la guerra con lo ajeno.

Todo y nada están ahí para ser dichos. El poema es
el puente que une dos extremos ignorados. Pero es
también esos extremos. El poema es una venturosa
incursión por lo ignorado.

Para el lector brillará otro elemento no previsto:
una raíz, una rama. El Poema total sería entonces
un resultado de sumas infinitas, de confrontaciones,
contradicciones y memorias, de recuperaciones y
pérdidas, de olvido, muerte y ser: (sería como un dios)
algo inmortal nacido de criaturas mortales.

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