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Álvaro García Linera: “Solo se puede triunfar con audacia”

Debates, Noticias, Proyecto Ballena

En la jornada de apertura del Festival Democracia e Imaginación Política del Proyecto Ballena, Álvaro García Linera presentó su último libro, La comunidad ilusoria. Por Marco Teruggi


Álvaro García Linera, exvicepresidente de Bolivia, habló ante la Sala Argentina del Centro Cultural Kirchner repleta. Lo hizo para presentar su último libro, La comunidad ilusoria, acompañado del periodista Pedro Brieger, en la jornada de apertura del Festival Democracia e Imaginación Política, un espacio que se propone ser una invitación para “repensar las democracias y reencontrarnos con la política como herramienta de transformación”, como explicó su directora Ana Cacopardo al iniciar la actividad.

“Es mi tributo de agradecimiento a los argentinos por lo que me dieron”, explicó Linera al comenzar la presentación del libro, compuesto en parte de varias reflexiones y conferencias dadas en Argentina durante el exilio que debió atravesar por el golpe de Estado de 2019. “Son conferencias donde me recargo de energía, Argentina me recarga de energía y me permite alumbrar, salir del momento de tristeza individual, solitaria y personal, luego vino el momento de la resurrección espiritual, intelectual que me dio Argentina”. 

Junto con el agradecimiento, Linera explicó la búsqueda del libro, que “intenta estudiar cómo se construyen los imaginarios sociales, cómo se construyen los procesos de transformación, y cuáles son los límites temporales a esos procesos de transformación”. En ese marco y ante la pregunta de Brieger, se detuvo en uno de los elementos centrales estudiados en los ensayos: el sentido común, ese “conjunto de criterios sobre los cuales no reflexionamos pero están presentes en nuestras reflexiones, en nuestras preferencias, en nuestras actitudes”.

“Todo proceso de transformación rompe cierto sentido común, ciertos criterios de lo decible, de lo tolerable, pero a la vez preserva otros; y a medida que esos criterios A del sentido común son rompibles, flexibilizados, reformateados y avanzan, los criterios B, los conservadores del sentido común, se quedan aletargados; pero en el momento en que los criterios A, cambiables, se ralentizan, se descuidan, los criterios B comienzan a potenciarse”.

Sus preguntas, explicó, emergieron en los años en que, luego de los tiempos de gobiernos progresistas, vino “una resaca conservadora, de ciertos sectores privilegiados, pero también con el apoyo y la votación de sectores no privilegiados, donde el sentido común conservador, que no había sido derrotado, solamente arrinconado, ahora se potenciaba”. ¿Por qué ocurría esto? Y, sobre todo: ¿qué hacer?

La audacia

“Mi conclusión en este texto es que solo pueden triunfar (los progresismos) si son audaces, si permanentemente siguen avanzando; el detenerse en el sentido común transformador es la derrota, la única manera de consolidarse del nuevo sentido común transformador es dar un nuevo paso y luego un nuevo paso, siempre arrinconando a los sentimientos conservadores que están en uno y que se consolidan si pierdes la iniciativa”, explicó ante el auditorio ávido y las preguntas de Brieger.

Las reflexiones del político e intelectual boliviano repasaron los debates sobre el Estado, su disputa, la experiencia de Bolivia con los años de presidencia de Evo Morales, lo que se logró hacer, lo que se debe continuar haciendo: “democraticemos absolutamente todo, democraticemos también la justicia. En nuestro país era como acá (…) nosotros tomamos el Estado y establecimos que en Bolivia es el único país en el mundo en el que a los jueces de la Corte Suprema de Justicia se los elije por voto universal”.

“Un gobierno progresista siempre va a enfrentar otros poderes, ganar las elecciones es apenas el Ejecutivo, que es una especie de poder de vasallaje, supeditado a otros poderes mediáticos, económicos, de inversionistas, de bolsas de valores. La cosa es qué haces con el poder primario electoral. Quieres darle base económica: nacionalizas; quieres darle base discursiva: crea medios de comunicación; quieres darle base legal: bota toda la Corte de Justicia y pon a votación y elige otros miembros de la Corte Suprema de Justicia”, afirmó Linera.

“En estos tiempos requieres medidas audaces: a un problema concreto, una salida concreta; a una angustia concreta, una propuesta concreta; y las derechas están teniendo esa capacidad de detectar un problema que angustia a las personas y ofrecer una salida”, explicó, en el marco de debates que atraviesan tanto a Bolivia como a los diferentes progresismos latinoamericanos y en particular a Argentina, como dieron cuenta los numerosos aplausos ante algunas de sus aseveraciones.

Abrir la imaginación política

“Me pareció emocionante, me llamó la atención lo emotivo; hay que ser audaces, hay que buscar soluciones y alternativas que sean superadoras a lo que tenemos ahora”, afirmó Verónica Molina, parte del público, al terminar la actividad en la que Linera planteó la necesidad de “capturar la esperanza”: “siempre hay herramientas, si no, hay que inventarlas”.

La actividad con el exvicepresidente de Bolivia fue así la apertura del Festival Democracia e Imaginación Política, que forma parte del Proyecto Ballena, organizado por el Ministerio de Cultura de la Nación, junto con el Centro Cultural Kirchner, el Centro Cultural Borges, la Casa Patria Grande, el Museo Nacional del Cabildo de Buenos Aires y la Revolución de Mayo, y la Casa del Bicentenario. Durante diez días, el Festival contará con múltiples actividades: conversatorios, conciertos, performances, música, cine, diálogos de saberes, ferias, entrevistas, humor, para abrir preguntas sobre la democracia en este año en que se cumplen sus cuarenta años en Argentina. Una apelación a la imaginación política, a la audacia imprescindible que Linera trajo al centro del debate.

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