Querido Néstor
Tres cartas digitalizadas
Como parte de las actividades de conmemoración del 10º aniversario de la partida de Néstor Kirchner, presentamos una selección de cartas digitalizadas –junto a su correspondiente transcripción– que diferentes personas escribieron sobre el expresidente.
Las tres fueron escritas a mano por quienes sintieron la necesidad de contar con sus palabras la influencia que tuvo en sus vidas el paso de Néstor Kirchner por la Casa Rosada.
Los documentos pertenecen al libro Néstor por todos, publicado en 2011.
Carta 1
Buenos Aires, 4 de marzo de 2011,
Mi nombre es Dora Graciela Ramírez, soy oriunda de Embalse, pcia. de Córdoba, tengo 48 años.
Desde hace 12 años vivo en Los Polvorines, pcia. de Buenos Aires, ni hablar lo que fue la adaptación a la ciudad, y más aún cuando no solo la edad nos excluyó del sistema de trabajo, sino que el mal manejo del país nos quitó lo que teníamos. Muchas cosas hemos vivido, tiempos muy duros, antes de 2003 (aún hoy seguimos sanando heridas de ese pasado).
Hasta que llegó Néstor Carlos Kirchner trayendo un nuevo tiempo, el país comenzó a cambiar, mi marido volvió a trabajar y todos nuestros sueños de grandes y pequeños volvieron a despertar.
Soy madre de 7 hijos, el tiempo K me ha devuelto mi dignidad, el respeto y el valor como ser humano. Y gracias a la pensión que me otorgó, pude empezar la secundaria, la cual termino este año y como pienso que este tiempo va a continuar, el próximo paso será realizar la carrera de Abogacía en la Universidad de Buenos Aires.
Por eso no puedo dejar pasar esta oportunidad de expresarme, de contar que mi familia estaba tirada y vencida, sin futuro, pero Dios puso de presidente junto con el pueblo a Néstor Carlos Kirchner para devolvernos la alegría de vivir.
Y si hoy no está es porque dio su vida por nosotros y no hay mejor hombre que aquel que la da por sus amigos, y él lo hizo.
Gracias por permitirme honrar la memoria del más grande amigo de mi familia.
Néstor C. Kirchner, te amaré por siempre.
Carta 2
(perdone mi letra)
Día 7 de mayo de 2011,
Muy estimada querida señora Presidenta, hoy tomo mi mano para saludarle a usted Cristinita de Kirchner para decirle que yo estuve dos veces en la Casa Rosada con el señor presidente Néstor Kirchner, por Arroyo Segundo Santa Fe, y la tercera vez estuvimos en Temperley y me dijo que nos quedáramos todos tranquilos, que el Arroyo Unamuno se iba a entubar y así fue que en 15 días empezó el trabajo y era verdad, y ahora se llama avenida Miguel de Unamuno. Gracias a ustedes los dos porque estuvimos todo muy mal porque se nos fundió toda la casa y ahora por lo menos tenemos el asfalto. Gracias a ustedes señora Cristinita de Kirchner, yo no sé cómo agradecerle a usted señora y a su esposo lo que sí hicieron por nosotros. Yo le agradezco tanto, sufrí tanto cuando me puse a mirar la tele y decía: “Murió el presidente”. No podía creer, y dije: “Estos están locos”, miraba en todos los canales y ahí me puse a llorar, y decía: “No puede ser que sea cierto”. Lo que pasaba era verdad, y no podía levantarme de la mesa. Lloraba desconsoladamente porque yo nunca andaba como andaba con ustedes, señora presidenta Cristinita, y sentí tanto que usted se quedó con todo el trabajo y yo le pido a Dios que le de mucha fuerza para seguir su tarea de siempre. Señora presidenta Cristinita de Kirchner, ojalá que siempre Dios y la Virgen y todos los Santos le iluminen. Siempre esté muy bien de salud, y Dios le de mucha fuerza para todo, señora Presidenta, porque usted es la única que por lo menos nos ha dado un poquito más de sueldo. Gracias a usted, señora presidenta Cristinita de Kirchner. Bueno señora, yo le pido perdón por mi letra porque yo no estuve mucho colegio, hago más o menos porque yo trabajé de muy chica pero más o menos me defiendo. Bueno señora, yo me despido de usted con un fuerte abrazo y un beso muy fuerte y que Dios y la Virgencita la iluminen. Le saludo muy atentamente y hasta muy pronto,
María Nicolasa Ferrau de Medina
Carta 3
Fui conociéndote cuando empezaste tu discurso en el Congreso el 25 de mayo, diciendo que no ibas a dejar tus convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno.
Cada minuto de tu mensaje sentía en mi corazón una enorme alegría. Porque volvía a mis recuerdos de ese peronismo del que formé parte desde su nacimiento allá por 1946.
Con el correr de los días, meses, llegó junio de 2003, yo cumplía 70 años de edad. De vos mi querido Néstor, recibí el mejor regalo:
– Derogación de los indultos y la obediencia debida.
– Los centros de detención y tortura convertidos en centros de la Memoria.
– Hacer bajar los cuadros de los torturadores y genocidas, etc.
Fueron años muy duros para todos nosotros, ¡querido Néstor!
Desde la muerte de Eva Perón, el derrocamiento del Gral. Perón, el exilio, las persecuciones, dejándonos sin trabajo (estábamos en las listas negras), tuvimos que irnos del lugar, apartarnos de nuestras familias, hubo muchos muertos, presos por esas luchas.
Así pasaron varios años.
El luche y vuelve, la vuelta de Perón, la muerte de Perón, hasta que llegó 1976. “Todos sabemos qué pasó”.
Aquí estoy con mis 77 años viendo y participando, lo que muchas compañeras/os no pudieron ver.
Empezaste a despertar a nuestro pueblo del “Ser Nacional”.
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