Planeta Gasalla: Un homenaje integral al gran artista argentino
El CCK rinde tributo a uno de los más brillantes capocómicos argentinos, Antonio Gasalla.
Planeta Gasalla es una propuesta integral que reúne varias disciplinas para realizar mucho más que un tributo a una inmensa carrera y hacerlo de una manera acorde con la magnitud del personaje: original, incongruente, disparatada, onírica, alegre, estridente, inteligente y audaz.
Planeta Gasalla invita a sumergirse en un universo donde conviven la música, el baile, la emoción y la celebración a un artista diferente que cambió la forma de hacer humor en nuestro país y creó a un sinfín de personajes únicos: "La Abuela", "Soledad Dolores Solari", "Matilde", "Noelia la maestra", "Mecha la millonaria", "Flora la empleada pública", "Barbara Don’t Worry", entre tantos otros.
Con funciones teatrales en el Auditorio Nacional, Planeta Gasalla: el espectáculo es una obra concebida en clave musical ideada, escrita y dirigida por Diego Sebastián Oria. Con un destacado elenco y la participación especial de Carlos Perciavalle, los míticos personajes de Antonio Gasalla van en busca de su creador.
Por su parte, en la previa de las funciones y de la mano de Luis Podestá y Alejandro Borgatello, dos personajes emblemáticos de Antonio Gasalla, "Flora" y "La González", asumirán la misión de recibir desde los mostradores del centro cultural a quienes visiten este fabuloso planeta.
En el sexto piso, la exhibición Camarín. La trastienda del cómico argentino homenajea a Gasalla explorando los trazos más visuales de su humor. La muestra recorre los grandes éxitos de sus entrañables personajes y recupera momentos poco conocidos de un artista que transitó por el off, el pop art y el Instituto Di Tella.
Además, se proyectan al aire libre películas en las cuales participa el gran actor y humorista: Dos hermanos (Daniel Burman, 2010), Esperando la carroza (Alejandro Doria, 1985) y La tregua (Sergio Renán, 1974).
Actividades
Antonio Gasalla nació en 1941 en Ramos Mejía, provincia de Buenos Aires, lugar donde pasó su infancia jugando a los indios, al vigilante y ladrón, y a un montón de juegos que tenían personajes y narrativas como se acostumbraba en esa época. De chico frecuentaba todas las semanas los tres cines de Ramos para ver la cartelera, con una programación de aquellas comedias musicales de Hollywood de los años cincuenta. Los bailes de los carnavales en el cuartel de bomberos eran el otro gran atractivo, y al centro se acercaba para ir al teatro con entradas que conseguía una vecina o para dar un paseo al fantástico mundo del Parque Japonés.
De joven, dejó la carrera de Odontología e ingresó al Conservatorio Nacional de Arte Dramático. A mediados de los años sesenta formó parte del grupo precursor del estilo café-concert junto con Carlos Perciavalle y Edda Díaz. Inició su singular trayectoria inmerso en ese underground y en consonancia con el pop art y el Instituto Di Tella. Luego, en los años setenta, escribió los libretos con Enrique Pinti. En 1979 revolucionó la revista porteña y se instaló en el Teatro Maipo como director, productor y actor de sus propios espectáculos. En 1985, su rol de Mamá Cora en Esperando la carroza fue el puntapié a la fama televisiva.
En 1988 creó su primer ciclo de televisión, El mundo de Antonio Gasalla, emitido por Argentina Televisora Color (ATC). Le siguió, en 1992, El palacio de la risa, por el mismo canal. Pasó por varias antenas, llevando siempre su vestuario, escenografía y “todo el rollo”, como solía contar en las entrevistas. Durante décadas, Antonio Gasalla supo mantenerse entre la pantalla chica y las temporadas teatrales gracias a su genio y al público que lo acompañaba, dejando una huella imborrable en el humor argentino.
Una vez, ante la pregunta de un periodista “¿De qué te reís vos, fuera del escenario?”, Gasalla respondió: “A mí me hace reír la gente, su manera de ser, en el fondo me la paso averiguando cómo somos los argentinos”.
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