
Nuevos clásicos argentinos: julio
En julio, la programación de Nuevos clásicos argentinos está dedicada a la directora Inés de Oliveira Cézar.
Se proyectan cuatro títulos: Cómo pasan las horas, El recuento de los daños, Cassandra y Baldío.
Agenda
Viernes 4
16:30 h: Cómo pasan las horas
19 h: El recuento de los daños
Sábado 5
16:30 h: Cassandra
19 h: Baldío
Viernes 11
16:30 h: Baldío
19 h: Cassandra
Sábado 12
16:30 h: El recuento de los daños
19 h: Cómo pasan las horas
Las proyecciones no requieren reserva de entradas: el ingreso es por orden de llegada hasta agotar la capacidad de la sala. Una vez comenzada la función no se permitirá el ingreso a la sala.
Programación
Cómo pasan las horas
Inés de Oliveira Cézar. 90’. Drama. Para mayores de 13 años.
Unas horas en la vida de una familia que vive en la costa del sur de Buenos Aires. Tras desayunar, un padre parte con su hijo hacia una desolada playa para pasar el día, mientras su esposa va a visitar a su madre, que está gravemente enferma, en un paraje alejado y boscoso.
El recuento de los daños
Inés de Oliveira Cézar. 80’. Drama. Para mayores de 13 años.
Un joven y una mujer madura que acaba de enviudar se encuentran en una relación impensada. El joven ignora la posibilidad de que esa mujer sea su madre y el muerto, su padre.
Cassandra
Inés de Oliveira Cézar. 90’. Documental. Para mayores de 13 años.
Como una Sherezade moderna, incomprendida, profética, Cassandra cuenta varias historias. Básicamente, es la historia de una mujer que penetra en lo profundo del Impenetrable chaqueño provocando otro viaje, un recorrido hacia el interior de ella misma. Y en estos trayectos saca fotos, se cuestiona, hace reportajes, moldea una historia, se interroga, escribe. “Todo es una cuestión de encuadre”, dice Cozarinsky en el papel de uno de los entrevistados, dibujando el corazón de la película.
Baldío
Inés de Oliveira Cézar. 80’. Drama. Para mayores de 13 años.
Brisa, una exitosa actriz de sesenta años, protagoniza una película mientras asiste las emergencias de su hijo Hilario, adicto a las drogas. Todo lo sólido se desvanece en el aire cada vez que suena su teléfono celular trayendo malas noticias, pero también cuando el teléfono deja de sonar: Hilario se ha vuelto peligroso para sí mismo y para sus seres queridos. Brisa atraviesa los lugares más oscuros que podría haber imaginado antes de que comenzara esta pesadilla.