Misterios de la Filmoteca
El espacio de cine en el Kirchner presenta Misterios de la Filmoteca, una selección de rarezas y cine underground curada por el crítico, investigador, divulgador y docente Fernando Martín Peña.
Misterios de la Filmoteca: abril
Sala 614
Viernes 22, 19 h: Una adorable idiota de Edouard Molinaro
Sábado 23, 17 h: La amargura del general Yen de Frank Capra
Sábado 23, 19 h: La marca del renegado de Hugo Fregonese
Viernes 29, 19 h: El hombre que amé de Alberto de Zavalía
Sábado 30, 17 h: El clan Barker de Roger Corman
Sábado 30, 19 h: Holocausto de Dan Curtis
Reserva de entradas
La entrada es gratuita, solo con reserva previa, y se podrá gestionar en esta publicación desde el martes anterior a cada función, a las 12 h. Todas las personas que asistan deben estar previamente registradas (inclusive menores de edad, que en todos los casos deberán ingresar en compañía de un adulto). No se podrá realizar reserva de entradas en el lugar.
Cada reserva corresponde a una única entrada; con su DNI, cada usuarix podrá realizar hasta dos reservas por actividad, una para sí y otra para un/x acompañante, y hasta dos horas antes del horario de apertura del Centro Cultural, según la disponibilidad visible en el sistema. Una vez completado el formulario se enviará un correo que sirve como confirmación de la entrada. Cuando el cupo para la actividad esté lleno quedará deshabilitada la opción de completar el formulario.
El público deberá presentarse una hora antes del inicio de la actividad. En el ingreso al establecimiento, se deberá exhibir el DNI y constancia de reserva (en forma impresa o digital a través del celular). Será obligatorio el uso de tapabocas y el respeto a las normas de higiene, seguridad y distanciamiento que indicará el personal del lugar, según los protocolos sanitarios vigentes.
Por consultas sobre entradas e ingresos, escribir a: [email protected]
Agenda
Una adorable idiota
Edouard Molinaro, 1964. Francia, Italia. 105’. Esta película es rarísima desde varios aspectos: en su momento resultó un imprevisible paso de comedia tanto para Bardot –en pleno apogeo sexy– como para Perkins, que trataba de despegar su imagen del éxito arrasador que había sido Psicosis;es una sátira bastante temprana del cine de espías, que recién estaba alcanzando un status pop con los primeros films de la saga Bond;tiene un tono desconcertante que no permite saber nunca quién habla en serio y quien no, aunque pronto queda claro hay varios idiotas en la trama y no una sola, a diferencia de lo que propone el título. El director Molinaro se había ganado merecida fama de eficacia en el género policial, con films como Un testigo en la ciudad, pero aquí se aplica con entusiasmo a la puesta en escena de complejas situaciones cómicas, que a veces son dignas del cine mudo. Varios años más tarde logró el mayor éxito de su carrera con la comedia La jaula de las locas.
La amargura del general Yen
Frank Capra, 1933. Estados Unidos. 88’. Al director Frank Capra se lo suele recordar por sus comedias, pero también hizo excelentes melodramas, siendo este el más impresionante por su ambientación exótica que al realizador incursionar en los más barrocos territorios estéticos, por esos años propiedad exclusiva de Josef von Sternberg. El resultado es una obra maestra de esas que sólo se puede apreciar como corresponde en fílmico.
La marca del renegado
Hugo Fregonese, 1951. Estados Unidos. 81’. Este film de Fregonese es tan difícil de ver que muchas veces aparece descripto como un western, cuando en realidad de trata de un relato de aventuras situado en la California colonial (sobre libro de Johnston McCulley, creador de El Zorro). El film se sostiene en una trama de espionaje bastante compleja, en el carisma de dos de los mayores astros latinos que tuvo Hollywood (Montalbán y Gilbert Roland) y en la belleza de la gran Cyd Charisse, que además se luce con un extenso número de baile magníficamente puesto en escena por Fregonese. Alguien ha observado con justicia que, quizá por tratarse de protagonistas latinos, hay en el film un despliegue de machismo tan grande que el resultado es una curiosa tensión homoerótica entre Montalbán y Roland. Hasta hace unos años, no existía ninguna copia de este film en Argentina;la que se exhibe, en perfecto estado, fue adquirida por la Filmoteca Buenos Aires en Australia.
El hombre que amé
Alberto de Zavalía, 1947. Argentina. 86’. Esta curiosa variación sobre el tema de Fausto es uno de los poquísimos films auténticamente fantásticos de la historia del cine argentino y también uno de los menos vistos. Se basa en un relato del escritor estadounidense Guy Endore, un personaje extraordinario y múltiple que fue –sucesivamente– gran autor del género fantástico (El hombre lobo de París), guionista del mítico director Tod Browning (La marca del vampiro y Muñecos infernales), nominado al Oscar por También somos seres humanos (William A. Wellman, 1945), testaferro de Dalton Trumbo y víctima de la lista negra por haber pertenecido al Partido Comunista.
El clan Barker
Roger Corman, 1970. Estados Unidos. 90’. Tras su primer apogeo en la década de 1930, el cine de gángsters volvió recargado y desprovisto de las ataduras del Código Hays desde fines de los '60 tras el éxito de Bonnie & Clyde. El director y productor Roger Corman, que había incursionado antes en el tema con un par de films (Amteralladora Kelly), se puso al frente de esa resurrección con varios títulos, como La masacre de San Valentín, Pasajeros profesionales (de Scorsese) o El clan Barker, que quizá sea la más salvaje de todas porque no sólo tiene abundantes dosis de previsible violencia gratuita sino además muchas otras violaciones a la moral y a las buenas costumbres occidentales y cristianas. De hecho, uno de los taglines publicitarios decía: "La familia que masacra unida, permanece unida". Curiosamente, Shelley Winters había hecho antes una parodia del mismo personaje para la serie Batman con Adam West.
Holocausto
Dan Curtis, 1976. Estados Unidos. 90’. Una familia tipo encuentra muy fácil y barato alquilar una casa espectacular en la que pasar las vacaciones. Sucede, por supuesto, que la casa tiene vida propia y aliena de manera particular a sus ocupantes. Este es uno de los poquísimos films comerciales dirigidos por Curtis, el creador de la serie Dark Shadows y de varios telefilms de culto como The night stalker y Las cintas de Norliss.