La palabra liberada, con Belén Gache, Ezequiel Alemian, Guillermo Daghero y Tomás Vera Barros

Como parte del programa público de la exhibición Qué cosa, la poesía visual?, se realiza un conversatorio en formato híbrido –streaming y presencial en simultáneo– acerca de los alcances de la poesía conceptual en diversos formatos, tanto en papel como en audiovisual. Participan lxs poetas Belén Gache y Ezequiel Alemian, quienes integran la exhibición con sus obras El discurso de liberación de los poetas e Invocar/evocar, respectivamente. La actividad tiene como moderadores a Guillermo Daghero, curador de la exhibición, y Tomás Vera Barros, investigador de los cruces entre experimentación/experiencia en la literatura latinoamericana contemporánea.

Invocar/evocar, de Ezequiel Alemian, forma parte de un proyecto mayor, abierto, en curso y de formato indefinido, cuyo título provisorio es Amorphos Aneidon y consiste en la creación de una serie de expresiones idiomáticas. Para Alemian, la creación significa selección y escritura, y también descarte, pero sobre todo resignificación. El proyecto intenta devolverle a esa serie de expresiones su extrañeza, su pureza, como si su sentido en realidad todavía no se hubiese manifestado. Volverlas expresiones de un idioma nuevo, de un tiempo diferente al nuestro, que ellas mismas, en su otredad, nos obligan a imaginar. Son palabras como utopía de un mundo cuyo sentido debemos construir, fragmentos de una lengua del futuro.

El Discurso de Liberación de los poetas, de Belén Gache, fue presentada por primera vez en el Festival Barcelona Poesía (2019) en su versión performática: en aquella ocasión, la artista interactuaba en tiempo real desde el escenario con su avatar, y ambas recitaban simultáneamente el texto del poema que aparece en Kublai Moon, novela de la propia Gache. Ese texto se ha convertido en una suerte de himno de la Resistencia Poética Galáctica. El avatar de Belén Gache camina por la superficie lunar leyendo el texto del discurso –cuyos pliegos lleva en su mano– y blandiendo en la otra mano un cartel con la inscripción “Liberaos de las palabras”.