La obra completa para órgano de Bach / 13: Luis Caparra

En una nueva fecha del ciclo de conciertos en el que se interpreta la obra completa para órgano de Johann Sebastian Bach –en el Klais Opus 1912 del Auditorio Nacional–, Luis Caparra ofrece un programa que incluye varias composiciones fundamentales, como el Preludio y Fuga en mi menor, la partita sobre el Coral “Sei gegrüsset, Jesu gütig” (“Salve, buen Jesús”), la Trio Sonata n° 2 en do menor y la Toccata, Adagio y Fuga en do mayor.

El ciclo, que se desarrolla a lo largo de 17 conciertos el último fin de semana de cada mes, cuenta con la curaduría de Mario Videla y la participación de notables organistas de nuestro país y de la región.

El concierto se podrá ver en vivo a través de nuestras redes.

Programa

Johann Sebastian Bach
Preludio y Fuga en mi menor, BWV 548

Partita sobre el Coral “Sei gegrüsset, Jesu gütig” (“Salve, buen Jesús”), BWV 768

Trio Sonata N° 2, en do menor, BWV 526

Vivace - Largo - Allegro

Dos Preludios Corales de Leipzig: BWV 662 y BWV 663

“Allein Gott in der Höh sei Ehr” (“Solo Dios en las alturas sea honrado”)

Toccata, Adagio y Fuga en do mayor, BWV 564

Comentarios sobre las obras del programa
Por Mario Videla

Preludio y fuga en mi menor, BWV 548

El imponente Preludio y fuga en mi menor (BWV 548) se cuenta entre las grandes obras tardías para órgano de Bach. La última versión, parcialmente conservada de puño y letra del propio Bach, es según los estudiosos, de los últimos años de Leipzig, esto es, en una época en la que el estilo organístico del compositor había llegado ya a la cima de la perfección y madurez artísticas. Bach plasmó el preludio en un movimiento concertato al estilo de los conciertos de Antonio Vivaldi sobre un majestuoso tempo de sarabanda. Siguiendo el diseño del concerto grosso, el tema principal y los episodios se alternan y contrastan entre sí. La fuga es conocida en algunos países con el nombre de «la cuña» porque la primera sección del tema se extiende de manera gradual desde el intervalo de tercera hasta el de octava. Después de un brillante desarrollo contrapuntístico del tema, Bach presenta una sección fuertemente contrastante con pasajes libres, donde el tema sólo aparece de forma ocasional. El principio de la fuga se repite luego de modo literal a la manera de un da capo. Esta obra espléndida, llena de vigor y brillantez, impacta por su grandeza y majestuosidad.

Partite diverse sopra “Sei gegrüsset, Jesu gütig” (Salve, buen Jesús), BWV 768

La partita sobre el coral “Sei gegrüsset, Jesu gütig” (Salve, buen Jesús) es la más importante de todos los ciclos de variaciones sobre un coral de Bach. Las variaciones de coral desempeñaron un significativo rol al comienzo y al final de su carrera como organista. Los ejemplos más antiguos parecen datarse del período de estudiante en Lüneburg, entre los años 1700 y 1702, cuando el joven compositor tenía entre 15 y 17 años. Para designar estas variaciones, Bach retuvo la terminología italiana partita (las fuentes las describen como partite diverse). El coral fue originalmente una melodía profana que luego se adaptó a un himno sacro de Christian Keymann en 1663. Los doce movimientos que componen la obra muestran claramente estilos de diferentes épocas de composición. El coral y las variaciones 1 a 5, como también la 7, indicadas manualiter (es decir, solo para manual), se remontan a una época juvenil; la variación 6 y los movimientos 9 a 12, son pedaliter (es decir con pedalera obligada). Estos pertenecen a una época madura considerablemente posterior donde utiliza el coral como cantus firmus. De particular relieve es la variación anteúltima para dos manuales y pedal, la más extensa de la serie (105 compases), trabajada a modo de una solemne sarabanda. El movimiento final, una impresionante armonización a 5 voces, indicada in Organo pleno, culmina esta Partita, considerada una obra maestra en su género.

Trio Sonata n° 2, en do menor, BWV 526
Vivace - Largo - Allegro

Según Nikolaus Forkel, en su primera biografía de Bach (1802), una serie de seis sonatas para dos manuales y pedal fue destinada por Bach a la enseñanza de su hijo mayor Wilhelm Friedemann. No se sabe con seguridad si están pensadas en principio para órgano o para un clave o clavicordio con dos teclados y pedal. Las sonatas comprenden generalmente tres movimientos: rápido-lento-rápido. Hasta nuestros días, las Trio Sonatas han permanecido como un epítome de ejecución en trío en el órgano, especialmente en lo que respecta a la uniformidad de la ejecución con las dos manos y los pies, así como a la autonomía de las partes principales, indispensable para una claridad de las líneas polifónicas. Bach supera a todos los demás compositores en el equilibrio que logra en las voces. Albert Schweitzer alabó las Trio Sonatas como la primerísima y ejemplar escuela organística. Sin ninguna duda estas sonatas se cuentan entre las obras más complejas escritas para órgano por Bach.

Dos Preludios Corales de la Colección 18 Grandes Corales de Leipzig
“Allein Gott in der Höh sei Ehr” (“Solo Dios en las alturas sea honrado”) BWV 662 y BWV 663

El Coral “Allein Gott in der Höh sei Ehr” es una paráfrasis alemana del Gloria de la misa católica en latín “Gloria in excelsis Deo”, atribuida a Nikolaus Decius (c.1485-1541), monje luterano escritor y compositor. Bach compuso numerosos arreglos corales sobre este cántico. La versión que lleva el índice BWV 663 tiene como subtítulo “Adagio” y establece el carácter expresivo de toda la obra. En términos formales se trata de un aria con ritornello en estilo fugado. El Cantus firmus ricamente adornado con melismas, está en la voz de soprano y tiene como acompañantes las voces intermedias y el pedal, con abundancia de tresillos y síncopas. Hacia el final, el Cantus firmus remonta vuelo como simbolizando la relación entre el cielo y la tierra. El siguiente arreglo BWV 663, subtitulado “Cantabile”, un trío fugado con el Cantus firmus en el tenor, constituye otra pieza singular en la obra de Bach para órgano. Lo insólito, sin embargo, es la coloratura de esta voz solista, su peculiar fragmentación en frases y sus prolongadas notas finales. Bach, por lo visto, deseaba presentar el bien conocido coral en una versión inédita. La concentrada elaboración de la temática y la extensión de la obra crean la impresión de una fantasía.

Toccata, Adagio y Fuga en do mayor, BWV 564

La caminata de Bach de Arnstadt a Lübeck en 1705 es una historia bien conocida. Sabemos que prolongó demasiado su licencia, tal vez para buscar trabajo o para casarse. Y podemos suponer que fue a estudiar con uno de los más grandes organistas del momento: Dieterich Buxtehude. Seguramente no fue una coincidencia que, unos años más tarde, Bach basara el deslumbrante solo de pedal de esta Toccata en el Preludio de Buxtehude BuxWV 137, una obra que, por cierto, solo conocemos por la copia que hizo el propio Bach. La obra se abre con un solo casi igualmente asombroso. ¿Quizás Bach la usó para probar nuevos órganos, como solía hacer en su período de Weimar? Cualquiera sea el caso, debe haber impresionado a su audiencia. El primer movimiento continúa con dos temas recurrentes que se alternan. La emoción también continúa hasta el final del segundo movimiento, que es un solo extenso para la mano derecha, con acompañamiento de las otras voces y el pedal. En la sección intermedia marcada “grave”, Bach utiliza la antigua técnica de la durezze: grupos de acordes superpuestos en combinaciones disonantes. Esta fue una técnica que estaba de moda en Alemania en la época de Bach, gracias a las publicaciones de la música de Girolamo Frescobaldi. La exuberante fuga es notable por su duración y por la combinación alegre de un tema nervioso con “breves silencios” y un contrasujeto fluido que compensa esos espacios. No se ha conservado una fuente manuscrita, por lo que nunca sabremos si Bach realmente pretendía que el acorde final fuera tan breve y que el pedal se silenciara un par de compases antes del último acorde. En síntesis, una obra genial, única en su género.