El método Verbitsky en el Centro Cultural Kirchner

En el Día del Periodista, y en el marco de Proyecto Ballena –espacio de intercambio y producción de ideas del Centro Cultural Kirchner–, se realizó el segundo encuentro del ciclo de revisión de la obra de Horacio Verbitsky. En esta oportunidad, el periodista se reunió con el economista Pablo Gerchunoff en el evento Historia y política, donde conversaron sobre la historia argentina reciente desde diferentes perspectivas ideológicas.

La historiadora Camila Perochena coordinó la charla, que contó con una introducción de lujo a cargo de la filósofa Flavia Dezzutto, quien presentó las ideas centrales del libro Vida de perro, una conversación entre Diego Sztulwark y Horacio Verbitsky acerca de la historia de los últimos setenta años de Argentina y, al mismo tiempo, sobre la práctica periodística.

Como señaló Dezzutto, la importancia del encuentro radicó en que “la información no es simplemente algo que pasa en el teatro del mundo televisivo o gráfico: la información es algo que construyen los pueblos, y el trabajo de construcción de los pueblos supone procesos de antagonismo y supone dirimir también en ese plano esos procesos de antagonismo”.

Con la premisa de que la deliberación y la conversación contribuyen a la construcción democrática, Verbitsky y Gerchunoff intercambiaron ideas e interpretaciones acerca de diversos temas: el golpe de Estado de 1955, los años setenta, los gobiernos de Alfonsín, de Menem y del kirchnerismo y la radicalización o los consensos en la construcción de la democracia.

Partiendo de 1955, donde el debate giró en torno a la responsabilidad de la institución eclesiástica en el golpe de Estado, Verbitsky y Gerchunoff fueron marcando sus acuerdos y disensos en cada uno de los temas tratados en la jornada.

El debate sobre los años setenta y la política económica de la dictadura de 1976 trajo definiciones y posicionamientos acerca de la producción de orden, la construcción de hegemonía y el crack económico producto del endeudamiento y la inflación.

Con respecto al gobierno de Alfonsín, Gerchunoff eligió explayarse sobre la reconfiguración y fortalecimiento de la institucionalidad democrática que debió llevar adelante el entonces presidente en la salida de la dictadura, signada por el terrorismo de Estado. Verbitsky, por su parte, centró su análisis en la política de derechos humanos del gobierno radical, resaltando que “Alfonsín nunca pidió disculpas a las víctimas y los familiares de la dictadura. Por el contrario, acusó a las Madres de Plaza de Mayo de estar financiadas por oscuros intereses internacionales”.

En cuanto al menemismo, el economista expresó: “Menem fue la captura de una oportunidad que era percibida en ese momento como la victoria universal del capitalismo; era el derrumbe del socialismo real, era la caída del Muro de Berlín y era el capitalismo urbi et orbi”. “Menem fue economía popular de mercado a la velocidad del correcaminos (...) y fue la concesión a Cavallo del regreso al patrón-oro, es decir al patrón-dólar”. En tal sentido, Gerchunoff consideró que en la actualidad podemos encontrarnos en “la puerta de algo parecido, con eso nos están amenazando hoy”.

A su turno, Verbitsky se explayó sobre el proceso de privatizaciones, el plan para quedarse con las empresas públicas y el impresionante “nivel de corrupción que solo se recordaba en las primeras décadas del siglo XX”. Con respecto a las privatizaciones, sostuvo que “implicaron el remate a precio vil de un capital social acumulado en generaciones de argentinos, cuya eficiencia había sido destruida deliberadamente en los años previos” por medio de la desinversión y el permiso para que las empresas públicas prestaran un servicio deficiente a fin de justificar la privatización que se habían planificado.

En relación con el legado político y económico del kirchnerismo, Pablo Gerchunoff opinó que “Néstor es reconstrucción del poder presidencial, reconstrucción de la democracia constitucional competitiva, fundada por Alfonsín”. A su vez, resaltó como un hallazgo del libro de Verbitsky la crítica que este realiza al gobierno kirchnerista de “haber crecido a gran velocidad sobre la base de sectores productivos muy demandantes de dólares, muy demandantes de importaciones”. “Néstor vio un país productor de alimentos exportables, en donde el proteccionismo todavía defendía el empleo, e hizo un proceso de desarrollo demasiado demandante de importaciones, pero no pudo corregir la estructura productiva”.

Para Verbitsky, el kirchnerismo tuvo dos etapas bien diferenciadas: la del gobierno de Néstor Kirchner y la del de Cristina Fernández. El periodista considera que la etapa de Néstor concilió con determinados sectores con los que Cristina tomó una posición más dura. Agregó, además, que esta situación puede verse reflejada en la actualidad en los debates que la vicepresidenta mantiene con Alberto Fernández.

También se ocupó de resaltar algunas de las importantes medidas tomadas por Cristina durante sus gestiones, como “la recuperación de Aerolíneas Argentinas, la Asignación Universal por Hijx, la recuperación de YPF, que permite el desarrollo posterior de Vaca Muerta y la recuperación del sistema previsional”.

En este sentido, planteó la diferencia entre los gobiernos de Néstor y Cristina en términos de “la diferencia entre una política de frente nacional y una de frente nacional y popular”, una distinción que Verbitsky encuentra en el presente con el gobierno de Alberto Fernández.

Al respecto, agregó: “Permanentemente se ha planteado la crítica al peronismo en el sentido de que el peronismo dilapidó los recursos que tenía porque se pagaban altísimos sueldos, en vez de invertir para la industria pesada; y cuando vos ves lo que fueron las utilidades empresariales, ahí estaba el fangote de guita que habría que haber invertido para la industria pesada, no en los salarios de los trabajadores (...) Esta polémica de alguna manera se reproduce en el presente, en lo que plantea Cristina y se niega a discutir Alberto”.

El último tema tratado en el encuentro fue la polarización y los antagonismos en democracia y el lugar de los consensos.

Sobre esta cuestión, Gernuchoff retomó la lectura de fragmentos de Vida de perro, al considerar que ya en 2016 Verbitsky pudo hacer una lectura muy atinada acerca de la situación que se encuentra atravesando Juntos por el Cambio en la actualidad. En pleno gobierno de Macri, el periodista planteaba: “El radicalismo es furgón de cola en este gobierno y está intentando recuperar parte de su electorado propio. El electorado de Macri en la capital es el radical y con Lousteau aspira a recuperarlo, aunque no parece que pueda vencer a Rodríguez Larreta, que es el mejor cuadro de Cambiemos”. Además, agregó que “en el gobierno está la línea represiva expresada por Patricia Bullrich (...) el jefe de gobierno de la Ciudad, Rodríguez Larreta, es mucho más inteligente. Mientras Bullrich dice ‘cuando haya un corte de calle les damos cinco minutos para que se vayan y si no se van los echamos’, Rodríguez Larreta razona mejor, ‘podemos sacarlos cuando hay veinte personas, ahora cuando son miles, no podemos hacer la de Tlatelolco, porque vivir en Tlatelolco es vivir en estado de sitio’”.

Estas lecturas finales, escritas hace siete años pero de suma actualidad, habilitaron una última reflexión acerca de la discusión actual en Juntos por el Cambio, que aglutina la feroz interna y las posibles alianzas de los sectores antikirchneristas de cara a las próximas elecciones.

El Salón de Honor se encontraba repleto. Las sillas que se sumaron a último momento para la gente que seguía llegando no alcanzaron y muchxs tuvieron que encontrar un lugar en el piso de la sala para no perderse la charla. Nuevamente, el Centro Cultural Kirchner se encontró colmado de una ciudadanía dispuesta a habitar y participar en democracia de propuestas que promueven el debate de ideas políticas. Una vez más, el Proyecto Ballena logró generar un espacio de conversación abierta, pública, plural y crítica que nos permitió pensar colectivamente acerca de nuestro pasado, presente y futuro.