Crisis socioecológica: los desafíos para el progresismo de América Latina
El Centro Cultural Borges fue sede del debate sobre los desafíos para el progresismo en América Latina respecto a la crisis ecológica global. El encuentro, desarrollado en el Festival Democracia e Imaginación Política en América Latina, parte del Proyecto Ballena, reunió a dos referentes de la cuestión medioambiental, Enrique Viale y Gabriela Merlinsky, en una chara coordinada por Natalia Gelós, periodista, escritora e integrante de la Revista Crisis.
“Estamos en momentos de muy grandes desafíos en materia socioambiental (…) Estamos viendo una vuelta de tuerca de ataque hacia los territorios ante un nuevo altar que es la transición energética, que es la del norte, y en ese altar se vuelven a sacrificar los mismos territorios”, sostuvo Viale, abogado especializado en derecho ambiental.
La mesa tuvo lugar luego de un espacio de intercambio entre diferentes experiencias socioambientales de diferentes partes del país, que trajeron sus reflexiones desde los propios territorios: resistencias a mineras y humedales del delta.
“Cuando decimos ‘toda ecología es política’, lo que queremos es reconectar estas cuestiones que tienen que ver con nuestra vida, con la sobrevivencia, que no es vivir en un estado de naturaleza, qué significa una buena vida (…) Es entender que todos estos líos en los que estamos metidos son el frente de lucha contra el extractivismo, son conflictos ambientales, territoriales, donde la gente se la juega por defender eso que son los comunes, y entender que detrás de esos conflictos hay relaciones sociales, de poder, de clase”, explicó por su parte Merlinsky, doctora en Ciencias Sociales y Geografía.
El debate permitió abordar varios aspectos centrales, como “la ceguera ecológica” –así caracterizada por Viale– y la relación entre ambiente y pobreza: “en América Latina los mapas de la pobreza coinciden con los mapas de la degradación ambiental y del extractivismo. No podemos dejar de discutir los modelos de mal desarrollo que nos imponen colonialmente: es mentira que América Latina tenga un destino extractivista, sino que es una decisión geopolítica la que nos pone en ese lugar”.
“Hay una discusión central respecto del Estado, que es qué política vamos a tener para orientar la economía, qué lugar tienen los territorios en esa política, y si vamos a seguir pensándola para equilibrar la balanza exportadora. Porque mientras buscamos equilibrar la balanza exportadora los territorios se vacían, los bosques se desmontan, los glaciares no se protegen y vamos teniendo cada vez menor riqueza ecológica y biodiversidad”, afirmó Merlinsky.
Viale, Merlinsky y Gelós pusieron cada uno desde su óptica y experiencia una señal de alarma sobre la situación que vive el país, el continente y el mundo, junto con la necesidad de un giro de timón para tener una agenda propia. ¿Cómo pensar un buen desarrollo? ¿Cómo enfrentar los proyectos extractivos construidos según las necesidades de los países “del norte”, como los calificó Viale? Preguntas para la imaginación política propuesta por el festival del Proyecto Ballena en este 2023.
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