Bach: Pasión, muerte y resurrección, por el Coro Polifónico Nacional
Bajo la dirección de Antonio Domenighini, el Coro Polifónico Nacional presentó en 2024 el concierto Bach: Pasión, muerte y resurrección, un recorrido por obras corales y escenas seleccionadas para el tiempo de Pascua. Las funciones, realizadas en el Auditorio Nacional el 22 y 23 de marzo, ofrecieron una experiencia que combinó música y visuales enmarcadas en el universo sacro y barroco de Johann Sebastian Bach especialmente creadas para el evento.
El programa incluyó fragmentos de la Pasión según San Mateo y la Pasión según San Juan, así como extractos de la cantata Christ lag in Todesbanden. En palabras del director, “para este concierto recopilamos diferentes obras de Bach relacionadas con la cuaresma, y armamos un argumento de ‘Pasión, muerte y resurrección’. Tomamos segmentos y episodios de distintas composiciones y construimos un oratorio dentro del oratorio”.
El concierto contó con la participación del Coro Nacional de Niños, dirigido por María Isabel Sanz. Domenighini no ahorró elogios hacia la formación: “Es la tercera o cuarta vez que trabajamos con ellos, y siempre una sorpresa y un placer. El rendimiento vocal y musical de estos niños es realmente superior. Esto es mérito de ellos y de la maestra, del trabajo que hacen. Es muy fácil trabajar con ellos, porque llegan al primer ensayo con una preparación que es casi de preconcierto”.
En el aspecto instrumental, Luis Caparra tuvo un rol destacado al reemplazar a la orquesta en todas las secciones del programa. Sobre esta responsabilidad, el organista comentó: “Fue un concierto privilegiado, porque tener en Semana Santa fragmentos de las dos grandes pasiones de Bach es un lujo que en pocas ciudades del mundo se puede escuchar. Estuve a cargo del acompañamiento en las partes del coro, los solistas y el Evangelista. Todo el acompañamiento instrumental fue mi responsabilidad”.
Además de su función de acompañamiento, el organista interpretó en solitario el preludio coral O Mensch, bewein’ dein Sünde gross. “En esta secuencia, toqué una obra que Bach compuso dentro de una colección de preludios sobre himnos luteranos. Bach era una persona de fe: cantaba estos himnos y los hacía cantar incluso en su casa con sus hijos, como una forma de oración, agradecimiento y reflexión”, explicó.
El órgano Klais opus 1912 fue central en esta interpretación. Según Caparra, “es un instrumento muy versátil. Aunque fue concebido como un órgano sinfónico, también es notable para tocar obras solistas. Podríamos decir que es único en el país; no hay una sala en la Ciudad de Buenos Aires ni en el interior que tenga una joya como esta”.
El programa representó un desafío para el Coro Polifónico Nacional, algo que Domenighini considera esencial para el crecimiento del ensamble: “El repertorio barroco es un desafío para este tipo de cantantes, y Bach es el mayor desafío que se puede encontrar. Esto forma parte de un proyecto mío de desafiar al coro, porque los hace crecer, los mantiene despiertos y los saca de su zona de confort”. “La idea es lograr un organismo excelente que pueda abordar todo el repertorio de la literatura coral universal”, concluyó el director.
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