Poesía migrante y activismo antirracista
“Cruzar poetas migrantes cuya historia de migración y cuya escritura marcan una expansión de una frontera de los límites de lo nacional”. Así fue presentado por Melina Varnavoglou el encuentro de poetas y activistas realizado en el Centro Cultural Borges dentro del Festival Democracia e Imaginación Política en América Latina de Proyecto Ballena. El espacio tuvo como protagonistas a cuatro poetas de Chile, Colombia, Paraguay y México y militantes de los colectivos Identidad Marrón y el Bloque de Trabajadores Migrantes, que de conjunto reflexionaron sobre la migración y el racismo y recitaron poemas.
Uno de los poetas que se presentó fue Santiago Muñoz Godoy, chileno, quien lleva doce años en Argentina y tres poemarios publicados. Muñoz leyó varios poemas, como:
“La ciudad que recién conozco me abre manos de soledad
Y yo cierro el puño y le sonrío a la fuerza
Pongo un poco de pan y le digo que no hay dilema
Acá las cosas pasan
Los ruidos no le pertenecen a las calles
Y las noches son del que pille un derecho a piso en casa ajena
La ciudad que recién conozco tiene los sabores de una vida
Pero no reconoce mis recetas
Mis vocales, mis dichos
Heme marchando de calle en calle
Arrastrando numeraciones
Rozando caricias de viento tibio y traicionero
Estoy esperando no esperar nada
Abrir la puerta y saludar a todos
Como si bebiéramos la misma agua
El mismo lúpulo
La misma altura
De la misma pinta y modales
Del mismo corazón sudaca”.
Liliana Velandia Calderón, de la ciudad de Bucaramanga en Colombia, magister en escritura creativa, también compartió sus textos, como este fragmento de un poema autobiográfico:
“Qué lindo disfraz
Mamá le ha puesto parches
Muchos colores en tan poco y con tanto
Una pequeña mujer maravilla ahora es payasa
Con poco y con mucho se le llenó la calabaza
La volvió a vaciar
El vacío es hermoso, centrífugo
La payasita pidió dulces por la calle
Pero no le hacía falta
Tuve ocho años y quise recorrer mi paraíso
Cambiar de máscara
Nací extranjera en la casa del no mago
Escudriñé cada rincón
Por delante por detrás
Le di revés tres veces en cada bolsillo
En cada maleta
Algún indicio de inmigración
Una pluma de la bandada de aves
Entonces me exilié en mis versos”.
La lectura de poesías estuvo también acompañada del debate compartido entre Chala Mamani, de Identidad Marrón, e Irwin Moncada, del Bloque de Trabajadores Migrantes. “Muchas personas venimos con esta conexión, la intención de visibilizar la existencia del racismo y a su vez hacer acciones (…) En Argentina se ha racializado a las personas, se racializa a migrantes, ¿qué tipo de migrantes?”, se preguntó Mamani.
“Gran parte de la razón que somos es que pasan un montón de violaciones de nuestros derechos como personas racializadas, como migrantes racializades, que hemos tenido la necesidad de organizarnos para denunciar los atropellos, la violencia institucional, la carencia de políticas públicas que den cumplimiento a lo que el marco legal, en este caso del Estado argentino, supuestamente debería responder”, afirmó por su parte Moncada en el debate entre ambas.
El cierre de la actividad contó con la presencia de Brune Comas, artista y performer de Paraguay, y de Marta Mega, mexicana de madre argentina exiliada en México durante la dictadura. Ambos leyeron textos, contaron historias y mostraron que, tal como se dijo durante la presentación de la actividad, “la poesía escrita en Argentina está hecha por múltiples voces de diferentes lugares de Latinoamérica”.
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