Una feria para revalorizar la Argentina multicultural
En los cuatro días de encuentros, actividades y talleres de Nosotras Movemos el Mundo por la Democracia, el Salón de los Escudos del Centro Cultural Kirchner se transforma en un espacio para conocer las creaciones de mujeres artesanas de toda la Argentina.
Creadoras del tiempo, la feria de mujeres artesanas organizada por MATRIA (Mercado Nacional de Artesanías Tradicionales e Innovadoras Argentinas) nos encuentra nuevamente, en su cuarta edición, para invitarnos a conocer el trabajo de 50 participantes y acercarnos a una gran riqueza artística y cultural. A través de las producciones de trabajadoras pertenecientes a los pueblos Kolla, Qom, Mbyá Guaraní, Wichí, Mapuche y comunidades campesinas, la feria invita a revalorizar un trabajo que pone en evidencia la multiculturalidad argentina.
En el primer día, el Salón de los Escudos se colmó de toda una comunidad curiosa y apasionada que se acercó a los distintos stands para conversar y conocer más la historia de las artesanas y sus productos. ¿Cómo aprendieron las técnicas que utilizan en su trabajo? Elida y Melinda Salteño, oriundas del Chaco junto con Yael María Martínez, trabajan con esculturas en barro que van de los 20 centímetros hasta más de 1 metro de alto, y que les conllevan hasta dos días seguidos de trabajo. Para explicarnos cómo empieza el proceso creativo de las figuras humanas y animales, Melinda nos cuenta: “agarro el barro, me imagino cosas, y ahí empiezo a trabajarlo. Me inspiro en el momento”. En el stand están presentadas por un lado sus obras y por otro las de su madre: si bien comparten una estética, presentan algunas diferencias en cuanto al tamaño y las formas representadas.
De la misma manera que Elida y Melinda, las artesanas Giselle María de los Ángeles Paz y Tatiana Yasmil Belmonte se formaron en una tradición que viajó de generación en generación. Si bien siempre hay un espacio de libertad y reinvención en lo que respecta a cada una de las prácticas, la técnica y los conocimientos que sus antepasadas les transmitieron son profundamente respetados. Hoy en día, representan la cuarta generación de mujeres que reviven día a día esta herencia. En sus manos, el hilo se transforma en una pieza única que dibuja desde formas abstractas hasta la silueta de nuestro país. A diferencia del macramé, hacen uso de la técnica de la randa, y a través de hilos de algodón producen desde manteles y servilletas hasta barbijos y piezas decorativas.
En la enorme sala donde las artesanas despliegan sus trabajos, el público pregunta con entusiasmo acerca de las distintas maneras de trabajar la materia, del recorrido de cada una de ellas, y de cómo son concebidas las múltiples piezas que se apropian del espacio. Los colores de distintos tejidos se entrecruzan con flores, canastos tejidos con totora y hoja de palma, mates hechos de palo santo y esculturas de arcilla. Alejandra Kleila Franco es una artesana entrerriana con más de 35 años de trayectoria que, inspirada en su madre, diseña esculturas de mujeres alegres en distintas situaciones. Además de vizcachas, cocodrilos, y zorrinos tomando mate, nos muestra la pieza de una pareja durmiendo plácidamente en su cama. “La arcilla es un material que siempre me encantó. Después con los años recordé cuando íbamos al río con mi papá y él sacaba arcilla del arroyo y moldeaba animales”, nos cuenta, conmovida por la rememoración. Doña Julia, su madre, es la mujer principal que aparece en las esculturas, y Alejandra aprovecha para contarnos: “mi mamá está siempre muy presente. Ella tenía un almacén y recibía a todas las vecinas del barrio. Ese era el centro de información, todo sucedía ahí dentro. Y hasta sus últimos días fue una personalidad reconocida por todos los vecinos”.
Miles de historias e identidades viven en las piezas y en el trabajo de cada una de las artesanas que recibimos en el Salón de los Escudos. Creadoras del tiempo es una invitación a descubrirlas, visibilizarlas y disfrutarlas.
Creadoras del tiempo puede visitarse hasta el domingo 5 de marzo de 14 a 20 h, en el Salón de los Escudos del segundo piso. La actividad es gratuita y no requiere reserva de entradas.
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