Violins of Hope - Buenos Aires, con dirección de Shlomo Mintz
Como parte de la programación del Foro Mundial de Derechos Humanos, organizado por la UNESCO, se presenta un concierto extraordinario en el marco del proyecto Violins of Hope - Buenos Aires, con dirección y actuación solista del maestro Shlomo Mintz. La producción se realiza en conjunto con la Embajada de Alemania y la Orquesta Sinfónica Nacional, dependiente de la Dirección Nacional de Elencos Estables del Ministerio de Cultura de la Nación.
Los violines que se tocarán en el concierto pertenecieron a personas judías antes del Holocausto. Fueron rescatados y restaurados por los luthiers Amnon y Avshalom Weinstein.
El programa está integrado por Un sobreviviente de Varsovia de Arnold Schönberg –con la participación de Marcelo Lombardero como narrador y del Coro Polifónico Nacional–, el concierto para violín y orquesta en mi menor op. 64 de Mendelssohn y la Obertura Trágica op. 81 de Brahms.
Programa
Arnold Schoenberg (1874-1951)
Un sobreviviente de Varsovia, op. 46
Narrador: Marcelo Lombardero
Coro Polifónico Nacional (director: Antonio Domenighini)
Felix Mendelssohn (1809-1847)
Concierto para violín y orquesta en mi menor, op. 64
Johannes Brahms (1833-1897)
Obertura Trágica, op. 81
Reserva de entradas
La actividad requiere reserva de entradas. El Centro Cultural Kirchner ofrece una modalidad mixta de reserva de entradas al público: virtual y presencial. Esto significa que, por un lado, se puede gestionar reserva previa en la web a partir del lunes 20 de marzo, a las 12 h, y por el otro, que habrá un cupo de localidades que se entregarán de modo presencial el mismo día de la actividad, desde las 14 h, en la boletería del Centro Cultural Kirchner. Estas entradas se habilitan hasta agotar la capacidad de la sala.
Por consultas sobre entradas e ingresos, escribir a: [email protected]
Acerca de Violins of Hope
Violins of Hope es un proyecto de conciertos basado en una colección privada de violines, violas y violoncellos coleccionados desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Muchos de estos instrumentos pertenecieron a judíos antes y durante la guerra. Un gran número de ellos fueron donados por sobrevivientes o comprados a estos. Otros llegaron a través de familiares, y algunos presentan Estrellas de David agregadas por los luthiers que los construyeron. En los inicios del siglo XX, con frecuencia los violinistas amateurs adquirían instrumentos personalizados con detalles simbólicos.
Al criarse en Israel, el luthier Amnon Weinstein conoció a muchos músicos klezmer que compraron estos instrumentos de preguerra por lo que ellos orgullosamente identificaban como Estrella de David. Cuanto más “judía” fuera la apariencia del violín, según los músicos klezmer explicaron a Amnon, mayor era la probabilidad de que el rabino local recomendara contratar al violinista para la boda y que recibiera propinas de los celebrantes. Si bien no siempre es unívoca la procedencia de estos instrumentos, son símbolos de klezmer y de otras tradiciones judías, que fueron destruidas casi por completo durante el Holocausto.
Todos los instrumentos tienen un común denominador. Son símbolos de esperanza y una forma de decir: “Recuérdame, recuérdennos. La vida es buena, celébrenla por aquellos que perecieron, por aquellos que sobrevivieron. Por toda la gente”.
Los luthiers Amnon y Avshalom Weinstein, padre e hijo, quienes trabajan en Tel Aviv y en Estambul, son los dueños de esta colección. Dedican su experiencia e infinito amor a asegurar que estos instrumentos, muchos de los cuales fueron de poco valor monetario, se vean bellamente renovados. Pero no basta con esto, sino que logran un sonido fantástico, digno de los mejores músicos y grandes salas de concierto.
Los nazis utilizaron la música, y especialmente a los violines, para humillar y degradar a los judíos en los guetos y en los campos de concentración, y confiscaron varios miles de instrumentos pertenecientes a judíos en toda Europa. Los conciertos de Violins of Hope son la respuesta suprema a sus planes de aniquilación de un pueblo y su cultura, de destrucción de vidas humanas y de la libertad. Con frecuencia se compara el sonido de los violines con la belleza de la voz humana. Cuando se los ejecuta con talento y espíritu, es sabido que pueden llegar a los corazones y conmoverlos. Esta fue la función de los violines en la guerra: conmover los corazones, estimular la esperanza de tiempos mejores y difundirla. Dondequiera que hubo música, hubo esperanza.
Estos violines representan la victoria del espíritu humano sobre el mal y el odio. Si bien 6.000.000 de judíos fueron asesinados, su memoria está presente y retorna a la vida con cada concierto y con cada acto de amor y de celebración del espíritu humano.
La colección “Violins of Hope” consiste actualmente en más de 100 instrumentos, cada uno con un relato y una historia. Los instrumentos han sido utilizados en conciertos ofrecidos en Jerusalén, Estambul, París, Londres, Sion (Suiza), Charlotte, Carolina del Norte y Cleveland (EE. UU.) y en Madrid, entre otras ciudades, donde además hubo exhibiciones. Los conciertos se realizaron en sinagogas, iglesias, universidades y en salas sinfónicas.
Shlomo Mintz es considerado uno de los violinistas más destacados de nuestro tiempo, aclamado por su impecable musicalidad, versatilidad estilística y gran técnica. Durante sus más de 50 años en el escenario ha tocado con las más grandes orquestas y directores del panorama internacional. Galardonado con los más prestigiosos premios internacionales como el Premio Internazionale Accademia Musicale Chigiana, el Diapason D'Or, el Grand Prix du Disque, el Gramophone Award, el Edison Award y el Cremona Music Award, en 2006 recibió el título honorífico de la Universidad Ben Gurion del Neguev en Beer Sheba, Israel, y en 2022 fue nombrado Miembro Honorario de la Academia de Música y Danza de Jerusalén (Israel).
Nacido en Moscú en 1959, cuando tenía dos años su familia emigró a Israel, donde estudió con Ilona Feher. Feher presentó a Shlomo Mintz a Isaac Stern, quien se convirtió en su mentor. También fue alumno de Dorothy DeLay en Nueva York. En el escenario desde los 6 años y a lo largo de su carrera, Mintz ha colaborado con artistas como Isaac Stern, Mstislav Rostropovich, Zukerman, Itzhak Perlman, Zubin Mehta, Claudio Abbado, Carlo Maria Giulini, Riccardo Muti, Eugene Ormandy, Yuri Temirkanov, Ida Haendel and Ivry Gitlis, entre otros muchos, y ha tocado con las mejores orquestas del mundo como las Filarmónicas de Nueva York, Berlín, Viena, Chicago, Los Ángeles, Sinfónica NHK (Japón), Concertgebouw y Filadelfia.
A los 18 años, Mintz comenzó paralelamente su carrera como director de orquesta, y desde entonces ha dirigido, entre otras muchas, a la Royal Philharmonic Orchestra (Reino Unido), la Filarmónica de Rotterdam y el Concertgebouw de Ámsterdam, la Orquesta Nacional de Francia y la Filarmónica de Israel, además de la Orquesta de la Scala de Milán, la Filarmónica de Bolonia, la London Symphony Orchestra, la Filarmónica de Rotterdam, la Orquesta Nacional de Rusia, la Orquesta de la Radio de Stuttgart, La Fenice, las Sinfónicas de Detroit y Melbourne y la Orquesta del Teatro Colón. Fue uno de los fundadores del Keshet Eilon International Violin Mastercourse en Israel, un programa de verano de nivel avanzado para jóvenes y talentosos violinistas de todo el mundo en Kibutz Eilon, Israel, y lo dirigió durante dieciocho años (1992-2010). Es también uno de los principales actores / cofundadores del proyecto Violins of Hope.
En 2019, con el sello DECCA, grabó las Seis Sonatas para violín Op. 27 de Ysaÿe y otro CD con los conciertos de Mendelssohn, y para celebrar el 60º cumpleaños de Shlomo Mintz, Deutsche Grammophon ha relanzado recientemente sus grabaciones con una edición que contiene 13 CDs. En los últimos tiempos, Mintz ha escrito obras para orquesta y conjuntos de cámara. En 2017, su Anthem to an Unkown Nation se estrenó en junio en el Gran Salón Vigadó de Budapest, y su Sonatina para violín y piano se estrenó en octubre en Domodossola y Estambul.
Invitado regularmente por los concursos internacionales más relevantes, Mintz ha sido miembro del jurado en el Concurso Tchaikovsky en Moscú (1993) y en el Concurso Internacional de Música Reina Elisabeth en Bruselas (1993 y 2001). También fue invitado a ser presidente del jurado del Concurso Internacional de violín Henryk Wieniawski (octubre de 2001) en Poznań, Polonia. De 2002 a 2011 fue presidente del jurado del Concurso Internacional de Sion Valais en Suiza, y de 2012 hasta 2018 fue director artístico de las Clases Magistrales y Festival Crans-Montana Classics, también en Suiza. Actualmente es mentor y presidente del jurado del Concurso Internacional de Violín de Buenos Aires en Argentina, presidente del Jurado y director artístico del Festival Mintz y Concurso Internacional Latinoamericano de Violín de Tucumán (Argentina), así como presidente del Concurso de Violín Ilona Fehér en Budapest (Hungría). Shlomo Mintz prosigue su intensa actividad dirigiendo y tocando en los más importantes escenarios de Europa, Asia, Norteamérica y Sudamérica, además de impartir masterclasses por todo el mundo.
Nacido en Colonia del Sacramento, Uruguay, Antonio Domenighini se diplomó en 1984 en Dirección Coral en el Conservatorio Juan José Castro de La Lucila. De 1984 a 1986 ocupó el cargo de director del Coro del SODRE, en Montevideo, Uruguay. En 1986 se trasladó a Buenos Aires para desempeñarse como subdirector del Coro Polifónico Nacional, director del Coro Bach de la Ciudad de Buenos Aires y maestro asistente en el Coro de la Asociación Wagneriana de la misma ciudad. Ese mismo año viajó a Italia, donde se especializó en música antigua, medieval-renacentista y barroca con los maestros Giovanni Acciai, Pietro Turco y Giulio Cattin.
En Padova fundó el Coro Bach, ensamble que dirigió durante quince años. En ese lapso, trabajó como cantante en diversas agrupaciones, como Cantilena Antiqua de Bologna, Albalonga y Consort Veneto de Padova, y el Coro de la Radio Suiza de Lugano. Además, grabó numerosos discos de música antigua con sellos como Velut Luna, Decca, Symphonia y Opus 111.
En 2006 volvió a Uruguay para asumir por segunda vez la dirección estable del Coro del SODRE, cargo que ocupó hasta 2010, año en que fue convocado por el Teatro Colón de la Ciudad de Buenos Aires para dirigir el Coro Estable en la segunda sinfonía de Mahler, el Réquiem de Fauré y La Bohème de Puccini, con la cual se realizó la reapertura del Teatro Colón.
En 2011 fundó, en Colonia del Sacramento, el Instituto de Enseñanza Musical Orfeo, del que es docente y director artístico, y el Coro de dicha institución, en el que se desempeña hasta la actualidad como director. Colabora con Mariuccia Domeniguini en la dirección musical del Ensemble Sacramento in Musika, con el cual ha ganado repetidas veces los Fondos Concursables del Ministerio de Educación y Cultura. Desde 2013 dirige el Coro del Templo Valdense de la ciudad de Colonia Valdense. En 2013 ingresó a la enseñanza secundaria, en la que se desempeña como director de coros: dirigió los Coros de Carmelo, Conchillas y Ombúes de Lavalle.
Vinculado a la ópera desde su infancia, primero como integrante del Coro de Niños y del Coro Estable del Teatro Colón y, más tarde, como reconocido barítono en teatros de América y Europa, tras retirarse como cantante en 2005 para asumir la dirección artística del Teatro Colón –donde también creó y dirigió la Ópera de Cámara– Marcelo Lombardero comenzó su carrera como director de escena.
Ha colaborado también con otros importantes teatros del país, como el Argentino de La Plata, donde fue director artístico. Tuvo a su cargo las puestas de Mahagonny Songspiel, Al claro de luna con música de Monteverdi, Ravel y Debussy y Aventures et Nouvelles Aventures de Lygeti. En el Colón realizó nuevas producciones de El castillo de Barbazul, La fanciulla del West, Dialogues des Carmélites, Der Kaiser von Atlantis, Der König Kandaules, Jonny spielt auf y Wozzeck.
Trabajó en importantes escenarios de Europa y América. Por citar algunos títulos, llevó a escena Otello de Verdi y Rossini, The turn of the screw, La vida breve, Tristan und Isolde, María de Buenos Aires, Tosca, Suor Angelica, Manon Lescaut, Macbeth, La clemenza di Tito, Las bodas de Fígaro, The Rake's Progress, Ariadne auf Naxos, Das Rheingold y Don Giovanni.
Recibió premios en Argentina (Críticos Musicales, ACE, Teatros del Mundo, Clarín, Konex y María Guerrero), Polonia (por la producción de Lady Macbeth de Mtsensk en el Teatr Wielki de Poznan), México (el Lunas por Carmen en el Palacio de Bellas Artes) y Chile (Círculo de Críticos de Arte de Chile por Billy Budd).
Presentó el espectáculo conformado por las obras Colaboración y Tomar partido de Ronald Harwood en el Complejo Teatral de Buenos Aires, con gran éxito entre la crítica y el público.
El luthier israelí Amnon Weinstein se ha fijado el objetivo de iniciar y promover en el mundo conciertos y proyectos educativos relacionados con los violines. Para ello, trabaja con orquestas y artistas tanto en Israel como en el exterior.
Fue distinguido por el Presidente de Alemania con la Medalla de la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania, que le fue entregada por el entonces Ministro de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steimmeier, en una ceremonia llevada a cabo en el Museo Judío de Berlín, el 14 de diciembre de 2016. La Asociación Alemana-Israelí (Deutsch-Israelische Gesellschaft e.V) le otorgó la Medalla Ernst Cramer por el proyecto Violins of Hope.
Weinstein, quien toca la viola y la trompeta, aprendió primero con su padre el arte de la construcción de violines. Luego estudió durante tres años en Cremona, Italia, con Pietro Sgarabotto, Giuseppe Ornati y Ferdinando Garimberti. También estudió en París con el luthier Etienne Vatelot. En 1982, en Salt Lake City, ganó la medalla de oro y el certificado de excelencia al mejor sonido de violín. Es miembro de la Entente Internationale des Maître Luthiers et Archetiers d’Art y del Bienfaiteur de Groupement des Luthiers et Archetiers d’Art de France. Asimismo, fue miembro de la Violin Society of America. Integró el jurado para la competencia de luthiers de violines en Salt-Lake City en 1998 y en el Etienne Vatelot Concours en 2004 en París. En 2007 fue galardonado con el prestigioso premio “Ole Bull”, en Bergen, Noruega. Como uno de los fundadores de los Keshet Eilon Violin Master Courses, condujo un taller de manufactura de violines y dio clases sobre historia, construcción y cuidado de instrumentos.
Amnon Weinstein nació en Palestina en 1939. Su padre fue violinista y pianista oriundo de Vilna. Es luthier de violines en segunda generación y hasta la actualidad trabaja en Tel Aviv con su hijo Avshalom. Amnon es el protagonista de algunas películas documentales, entre ellas Le Voyage d'Amnon y Violins in War Time, y ha participado en un documental sobre Bronislav Hubermann y la Orquesta Filarmónica de Israel: Orchestra in Exile.
Luthier israelí, Avshalom Weinstein representa la tercera generación de luthiers de su familia. Se formó con su padre, Amnon Weinstein. Comenzó a trabajar con él en 1998 en su atelier en Tel Aviv como luthier y restaurador de violines, violas y violoncellos del más alto nivel. Se perfeccionó en la tradición de la Escuela Internacional de Luthería en Cremona y de la escuela francesa de restauración. Cada verano desde 1998 Avshalom se ha unido a su padre en el taller de la escuela “Keshet Eilon”, donde se dictan clases magistrales para la manufactura de violines y de arcos dirigidas a jóvenes violinistas. En 2006 también fue invitado a integrarse al Programa CAKA (Cihat Askin and Kucuk Arkadaslari), y desde entonces se ha desempeñado en sus cursos. Avshalom estableció su propio taller en Estambul en 2009, donde continúa la tradición familiar. Desde ese mismo año también se ha formado en la reparación de arcos con el constructor de arcos Daniel Schmidt, de Dresden. Junto con su padre, Avshalom es cofundador del proyecto Violins of Hope.
El Coro Polifónico Nacional tuvo su origen en 1966 y fue creado administrativamente por decreto el 14 de noviembre de 1967. Su presentación oficial tuvo lugar en el Teatro Nacional Cervantes el 2 de septiembre de 1968.
Dependiente de la Dirección de Elencos Estables de la Secretaría de Cultura de la Nación, su actividad se centra en la ejecución de obras del repertorio sinfónico-coral, así como otras con acompañamiento instrumental reducido, grandes obras a cappella, piezas corales de cámara, coros de ópera, etc. Su objetivo incluye, además, la presentación de estas obras en todo el ámbito nacional y en el exterior, la realización de conciertos didácticos, la participación en actos oficiales y la promoción de la actividad coral.
El CPN ha presentado ante el público numerosas obras –muchas de ellas en primera audición– de compositores argentinos, tanto dentro del denominado repertorio académico como dentro de la música popular. Asimismo, interpreta obras del repertorio académico universal, también varias de ellas en primera audición para nuestro país. Cumpliendo con sus objetivos, esta intensa actividad se ofrece al público argentino, tanto en las tradicionales salas de concierto de las principales ciudades como en templos, escuelas, universidades, museos y otras instituciones comunitarias de localidades pequeñas, o en grandes estadios deportivos, predios feriales y plazas públicas de todo el país.
Desde su fundación, el organismo tuvo como directores artísticos titulares a Roberto Saccente, Antonio María Russo, Damián Sánchez, Julio Fainguersch, Carlos López Puccio, Roberto Luvini, Ariel Alonso y José María Sciutto. Además, ha sido dirigido por prestigiosos directores corales y de orquesta argentinos y del exterior. Actualmente, su dirección se encuentra a cargo de Antonio Domenighini.
En 1995, 1997, 1998 y 2015 fue distinguido como Mejor Coro de la Temporada por la Asociación de Críticos Musicales de la Argentina.
La Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) fue creada en 1948 como Orquesta Sinfónica del Estado, con el objetivo de promocionar a directores, compositores y ejecutantes argentinos y difundir los clásicos de la música en grandes y pequeños auditorios. Es un organismo dependiente de la Dirección Nacional de Elencos Estables de la Secretaría de Cultura de la Nación.
A lo largo de su historia, tuvo como directores titulares a Roberto Kinsky, Juan José Castro, Víctor Tevah, Simón Blech, Teodoro Fuchs, Juan Carlos Zorzi, Jacques Bodmer, Bruno D’Astoli, Jorge Rotter y Jorge Fontenla, y como invitados a Erich Kleiber, Georg Solti, Ernest Ansermet, Igor Markevitch, Hermann Scherchen, Sergiu Celibidache, Rudolf Kempe, Antal Dorati, Malcolm Sargent, Hans Rosbaud, Jean Fournet, Igor Stravinsky, Heitor Villa-Lobos, Aram Katchaturian, Frank Martin, Pablo Casals, Zubin Metha y Charles Dutoit, entre otros. A partir de 2015, tras veintidós años ininterrumpidos como director titular, Pedro Ignacio Calderón es su director emérito.
La OSN se presentó en más de cincuenta ciudades del interior del país que en muchos casos carecían de organismos orquestales propios (Diamante, Entre Ríos; Bella Vista, Corrientes; Zapla, Jujuy; Santiago del Estero; La Rioja; Catamarca, Comodoro Rivadavia, Chubut; Las Heras, Caleta Olivia, Puerto San Julián, Santa Cruz; Roque Saenz Peña, Chaco, entre otras).
En 1991, llegó por primera vez a Europa, para actuar en las principales ciudades de España bajo la dirección de Simón Blech, con un repertorio íntegramente dedicado a autores americanos. Un año más tarde, se presentó en Chile, conducida por Juan Carlos Zorzi, y en Brasil, bajo la batuta de Blech, durante el Festival de Invierno de Giordão (San Pablo). Durante 1998, realizó una gira por Japón que incluyó una presentación en Tokio junto con la pianista Martha Argerich y un concierto en Los Ángeles (Estados Unidos). En la temporada 2000 fue distinguida como única representante de Latinoamérica en la XVI Edición del Festival de Canarias De los Cinco Continentes, donde se presentó junto con las más destacadas orquestas del mundo. En el marco de diversas acciones de contenido social desarrolladas a partir de 2004, participó del programa Música en las Fábricas, con multitudinarias presentaciones en ámbitos de la producción y el trabajo. Así, actuó por primera vez en Ushuaia, en la Cooperativa Renacer (ex Aurora), en los Talleres Ferroviarios de Tafí Viejo (Tucumán) y en el Barrio El Tambo de La Matanza.
En 2015, la OSN actuó en la velada musical inaugural del Auditorio Nacional del actual Palacio Libertad (ex CCK), sala en la que desde entonces desarrolla su ciclo principal de conciertos y donde ha realizado presentaciones con los más prestigiosos artistas nacionales e internacionales.
La OSN fue reconocida por la Asociación de Críticos Musicales como mejor orquesta argentina de las temporadas 1996, 2000 y 2002, galardonada con el diploma al mérito que otorga la Fundación Konex (1989, 1999 y 2019) y premiada con el Konex de Platino 2019 como mejor orquesta de la década.