En Montevideo hay poetas
Una semblanza de Leo Maslíah, como aperitivo de su presentación en la séptima jornada del Festival Poesía Ya!. Por Andrés Casak
Sin lugar a dudas, el uruguayo Leo Maslíah es uno de los artistas rioplatenses más prolíficos y polifacéticos. Pianista, compositor, dramaturgo, letrista, lleva editados más de cuarenta discos, escribió música de cámara, composiciones sinfónicas y la ópera Maldoror, realizó una docena de obras de teatro y tiene una extensa producción literaria que abarca novela, poesía y cuentos en más de cuarenta años de trayectoria.
Pero más allá de la fría cuestión numérica, inventó una obra inclasificable. Entre textos hilarantes y a la vez agudos, juegos inusitados con las rimas, el lenguaje y las categorías del pensamiento, un uso lúdico del absurdo y cruces entre diferentes registros, el músico de bigote grueso y anteojos eternos fraguó un universo tan original que no se parece al de nadie, ni nadie se parece a él.
Tal vez por eso, con su proverbial timidez, en las entrevistas que suele dar por correo electrónico, Maslíah se define como un músico sin estilo. “Cultivo muchos tipos de música diferentes; no puedo enrolarme en una línea específica porque, además de no pertenecer a ninguna, me dedico bastante a cruzar las tradiciones”.
En el Centro Cultural Kirchner Leo Maslíah mostrará una de sus aristas menos divulgadas, pero más poderosas: la poesía, siempre presente en los pliegues de sus canciones, de su literatura, de sus obras teatrales. De hecho, entre sus muchos libros publicados, se cuentan varios de poemas: Hospital especial (Imago, Montevideo, 1983), Pastor de cabras perfectas (Senda, Bahía Blanca, Argentina, 1991), y Así las cosas / Poemas sueltos / Pastor de cabras perfectas (Menosata, Montevideo, 2013, reeditado por Ediciones En Danza en 2015). Durante el encuentro en el Festival Poesía Ya! leerá fragmentos de Así las cosas, volumen que en 200 páginas reúne el conjunto de su obra poética, escrita durante treinta años. Alternará con piezas para piano relacionadas y algunos poemas musicalizados.
En Maslíah la poesía es una pasión que viene de lejos y hace tiempo: en su alucinante “Biromes y servilletas” –canción de 1984 que cuenta con versiones de grandes como Milton Nascimento, Andrés Calamaro y Jaime Roos– traza un delicioso (y melancólico) retrato de los poetas montevideanos. Un homenaje sensible y perfecto al oficio de escribir.
En Montevideo hay poetas, poetas, poetas
que sin bombos ni trompetas, trompetas, trompetas
van saliendo de recónditos altillos, altillos, altillos
de paredes de silencios de redonda con puntillo.
Salen de agujeros mal tapados, tapados, tapados
y proyectos no alcanzados, cansados, cansados
que regresan en fantasmas de colores, colores, colores
a pintarte las ojeras y pedirte que no llores.
Tienen ilusiones compartidas, partidas, partidas
pesadillas adheridas, heridas, heridas
cañerías de palabras confundidas, fundidas, fundidas
a su triste y paso lento por las calles y avenidas.
No pretenden glorias ni laureles, laureles, laureles
solo pasan a papeles, papeles, papeles
experiencias personales, zonales, zonales
elementos muy parciales que juntados no son tales.
Hablan de la aurora hasta cansarse, cansarse, cansarse
sin tener miedo a plagiarse, plagiarse, plagiarse
nada de eso importa ya mientras escriban, escriban, escriban
su manía, su locura, su neurosis obsesiva.
Andan por las calles los poetas, poetas, poetas
como si fueran cometas, cometas, cometas
en un denso cielo de metal fundido, fundido, fundido
impenetrable, desastroso, lamentable y aburrido.
En Montevideo hay biromes, biromes, biromes
desangradas en renglones, renglones, renglones
de palabras retorciéndose confusas, confusas, confusas
en delgadas servilletas, como alcohólicas reclusas.
Andan por las calles escribiendo y viendo y viendo
lo que ven lo van diciendo y siendo y siendo
ellos poetas a la vez que se pasean, pasean, pasean
van contando lo que ven y lo que no, lo fantasean.
Miran para el cielo los poetas, poetas, poetas
como si fueran saetas, saetas, saetas
arrojadas al espacio que un rodeo, rodeo, rodeo
hiciera regresar para clavarlas en Montevideo.
En el marco del Festival Internacional Poesía Ya! 2023, Leo Maslíah se presenta el viernes 10 de febrero a las 19 h en la Sala Argentina. La actividad no requiere reserva de entradas –se ingresa por orden de llegada hasta agotar cupo de la sala– y será transmitida por radio Sonido Cultura.
Conseguí tu entrada