Filmoteca en vivo: mayo

El espacio de cine en el Kirchner presenta el ciclo Filmoteca en vivo, una selección de proyecciones en fílmico curada por el crítico, investigador, divulgador y docente Fernando Martín Peña. En mayo, se ofrecen películas de Fred Zinnemann, H. P. Carver, Nelo Cosimi, Fred Pressburguer, Benjamin Christensen, Stuart Rosenberg, Jorge Sanjinés, Lambert Hillyer, Clarence Brown, Frank Perry, Luis Mottura y John Sturges.


Agenda

Viernes 6, 19 h: A la hora señalada, de Fred Zinnemann
Sábado 7, 17 h: El enemigo silencioso, de H. P. Carver (con música en vivo de Fernando Kabusacki y Matías Mango)
Sábado 7, 19 h: La quena de la muerte, de Nelo Cosimi (con música en vivo de Fernando Kabusacki y Matías Mango)
Viernes 13, 19 h: Del paraíso al infierno, de Fred Pressburguer
Sábado 14, 17 h: La brujería a través de los tiempos, de Benjamin Christensen
Sábado 14, 19 h: El viaje de los condenados, de Stuart Rosenberg
Viernes 20, 19 h: Sangre de cóndor, de Jorge Sanjinés
Sábado 21, 17 h: La hija de Drácula, de Lambert Hillyer
Sábado 21, 19 h: Rencor, de Clarence Brown
Viernes 27, 19 h: David y Lisa, de Frank Perry
Sábado 28, 17 h: Punto negro, de Luis Mottura
Sábado 28, 19 h: Bajo el signo de Aries, de John Sturges


Reserva de entradas

La entrada es gratuita, solo con reserva previa, y se podrá gestionar en esta publicación desde el martes anterior a cada función, a las 12 h. Todas las personas que asistan deben estar previamente registradas (inclusive menores de edad, que en todos los casos deberán ingresar en compañía de un adulto). No se podrá realizar reserva de entradas en el lugar.

Cada reserva corresponde a una única entrada; con su DNI, cada usuarix podrá realizar hasta dos reservas por actividad, una para sí y otra para un/x acompañante, y hasta dos horas antes del horario de apertura del Centro Cultural, según la disponibilidad visible en el sistema. Una vez completado el formulario se enviará un correo que sirve como confirmación de la entrada. Cuando el cupo para la actividad esté lleno quedará deshabilitada la opción de completar el formulario.

El público deberá presentarse una hora antes del inicio de la actividad. En el ingreso al establecimiento, se deberá exhibir el DNI y constancia de reserva (en forma impresa o digital a través del celular). Será obligatorio el uso de tapabocas y el respeto a las normas de higiene, seguridad y distanciamiento que indicará el personal del lugar, según los protocolos sanitarios vigentes.

Por consultas sobre entradas e ingresos, escribir a: [email protected]


Programación

A la hora señalada

Fred Zinnemann, 1952. Estados Unidos. 85’. La muerte es un tren que se acerca en este clásico western de suspenso que permitió a Gary Cooper ganar su único Oscar. Bajo la superficie de la anécdota circulaba además una amarga alegoría sobre el macartismo que se había desatado en toda Norteamérica desde algún tiempo antes. De hecho, su guionista y coproductor, Carl Foreman, fue una de sus víctimas y debió marchar al exilio en Europa.

 

El enemigo silencioso

P. Carver, 1930. Estados Unidos. 90’. El enemigo silencioso es el hambre, y quienes tratan de combatirlo son los esforzados integrantes de una tribu originaria del lejano norte americano. Hecha con toda la solvencia narrativa del apogeo del cine mudo pero con intérpretes no profesionales y en locaciones reales que a veces quedaban inaccesibles por temporadas enteras, el film tardó demasiado tiempo en terminarse y cuando llegó a los cines nadie quería ver películas mudas. Olvidado durante décadas, El enemigo silencioso fue rescatado por el historiador Kevin Brownlow y no tiene nada que envidiarle a los más importantes clásicos de Robert Flaherty.

 

La quena de la muerte

Nelo Cosimi, Argentina. 1929. 70’. Una mujer y su amante pasan una temporada en las sierras para recobrarse de los excesos de la vida disipada que llevan en la ciudad, pero pronto vuelven a las andadas y mientras él procura seducir a una paisana, ella invita a un mestizo a dormitorio. El film es básicamente un melodrama de celos y traiciones cruzadas pero con algunos elementos originales que ninguna otra cinematografía se hubiera atrevido a sugerir en 1929, como la posibilidad de amores entre un indio y una mujer blanca, en los que además es ésta quien toma la iniciativa. Cosimi enriquece la acción y las caracterizaciones de sus personajes con recursos imaginativos y de gran sugestión, como cuando la protagonista añora el pasado en la ciudad mientras escucha la radio en la noche. Fue una de tres películas que Cosimi y su equipo filmaron simultáneamente en distintas locaciones cordobesas a lo largo de cuatro meses.

 

Del paraíso al infierno

Fred Pressburger, 1956. Estados Unidos. 94’. En 1956, filmar fuera de la órbita de los grandes estudios era excepcional, pero resultaba un buen refugio para artistas y técnicos que se veían sospechados de conspiradores por sus simpatías de izquierda. Así se realizó Del paraíso al infierno, un curioso drama de ambientación semidocumental, que fue la única película de Pressburger, asistente de Fritz Lang y Josef von Sternberg. Describe las tensiones raciales que complican la vida de un joven portorriqueno cuando se traslada a vivir a Nueva York y fue uno de los primeros films norteamericanos en tratar semejante tema. La excelente fotografía fue obra de Boris Kaufman, colaborador de Jean Vigo y hermano del legendario Dziga Vertov.

 

La brujería a través de los tiempos

Benjamin Christensen, 1922. Suecia. 90’. Este exhaustivo compendio de supersticiones diabólicas y de las prácticas de la Inquisición fue realizado en Suecia por el director danés Christensen, inspirándose en documentos e ilustraciones medievales. El resultado es un film-ensayo que contiene algunas de las imágenes más perturbadoras y blasfemas de la Historia del Cine, y que por ese motivo fue censurado y mutilado durante décadas desde su estreno en 1922. En 1968 fue restaurado, con el agregado de un relato escrito y dicho por el legendario escritor William Burroughs.

 

El viaje de los condenados

Stuart Rosenberg, 1976. Inglaterra/Estados Unidos. 155’. En pleno apogeo del cine catástrofe imaginario y multiestelar (Terremoto, Infierno en la torre, La aventura del Poseidón), el productor Robert Fryer reunió un presupuesto y un elenco de esas características pero para contar una odisea verdadera, la de los pasajeros judíos del St. Louis que lograron salir de Alemania en 1939. Siguiendo con fidelidad los hechos conocidos, el film despliega varias historias personales que viven de distinto modo la angustia del exilio y la dificultad para encontrar un nuevo país que los acepte. En la turbulencia política inmediatamente previa a la Guerra, se destaca la figura del capitán Schroeder (Max von Sydow), que desafió a las autoridades nazis en el esfuerzo por salvar a sus pasajeros.

 

Sangre de cóndor

Jorge Sanjinés, 1969. Bolivia. 70’. “Basada en sucesos verídicos, Sangre de cóndor trasciende la penosa anécdota –la denuncia de la tarea genocida llevada a cabo por el “Primer Mundo”– y retrata el dolor y el abandono del pueblo indígena de manera sofisticada, alternando el presente y el pasado mediante flashbacks que intensifican el carácter dramático del relato. Por su exaltación de los valores humanos y culturales –resulta sorprendente el trabajo de Sanjinés con actores no profesionales– y su trasfondo metafórico sobre el derecho a la vida de los seres humanos, esta película fue elegida por la UNESCO como una de las cien mejores películas realizadas en todo el mundo”. Texto del catálogo del 23º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

 

La hija de Drácula

Lambert Hillyer, 1936. Estados Unidos. 70’. “Aunque la Condesa Zaleska es bisexual, la prensa denunció las miradas de la actriz Gloria Holden hacia las mujeres, condenando su tono lésbico, como si no fuese suficiente ser representado como un mal vampírico. Tal vez lo que más molestó es la alianza de la protagonista con su afeminado sirviente, como si fuese la primera muestra de una comunidad queer en el Chelsea de Londres que, como el Greenwich Village de New York, es un barrio histórico de trasgresión sexual, como bien señala Benshoff en su libro sobre homosexualidad y cine de terror”. Texto de Diego Trerotola.

 

Rencor

Clarence Brown, 1949. Estados Unidos. 87’. Cuando el granjero afroamericano Lucas Beauchamp es acusado de matar a un hombre blanco en un pueblo sureño, un niño trata de convencer a un abogado de que lo defienda, y a la vez comienza una investigación sobre el crimen. Adaptación de una novela de William Faulkner y filmada en su pueblo natal (Oxford, Misissippi), la película construye un clima asfixiante en ambientes rurales al retratar con valentía la violencia omnipresente del apartheid. Además, el talento de Clarence Brown para los apuntes laterales y la prodigiosa fotografía de Robert Surtees logran una sincronía que confluye en algunas de las secuencias más originales del film noir, como un paseo nocturno en el que las sombras literalmente bailan sobre casas de madera.

 

David y Lisa

Frank Perry, 1962. Estados Unidos. 94’. La historia de amor de los jóvenes David y Lisa se desarrolla en una clínica psiquiátrica en la que ambos residen a causa de serias perturbaciones mentales. A diferencia de lo sucedería en cualquier film norteamericano contemporáneo, ese vínculo que surge entre ambos no les restaura mágicamente la salud. Apenas supone, y no de inmediato, un cierto alivio como el que siente cualquiera, loco o cuerdo, cuando comprende que ya no está solo. El director tuvo una carrera desigual, pero en compañía de su esposa, la guionista Eleanor Perry, produjo films como El nadador (1968) y El último verano (1969) que deben contarse entre los más originales (y menos recordados) del cine independiente del período.

 

Punto negro

Luis Mottura, 1943. Argentina. 80’. La trama, basada en una obra teatral del dramaturgo francés André Birabeau, aborda los prejuicios raciales con un tono de comedia burguesa que es -en apariencia- inocente pero que en realidad posee una tremenda agudeza. El tema fue completamente insólito en el cine argentino y supuso el debut en la dirección del italiano Luis Mottura, de amplia experiencia teatral previa en Europa. Una curiosa variación del mismo tema, sin crédito para Birabeau, se filmó en España mucho después bajo el título Una familia decente (1978).

 

Bajo el signo de Aries

John Sturges, 1948. Estados Unidos. 84’. Este engañoso drama, que comienza casi como una comedia y se va volviendo progresivamente más y más oscuro, fue el último film de la actriz Susan Peters, que había quedado paralítica tras un accidente de caza en 1945. Peters sobrellevó sus dificultades con gran estoicismo durante algunos años y logró no sólo interpretar este film sino también una versión teatral de El zoo de cristal y hasta una temprana serie de televisión. Sin embargo, los problemas de salud provocados por el accidente se agravaron y se combinaron con desórdenes alimenticios que terminaron con su vida en 1952. Tenía apenas 31 años.

 

Fecha

6 - 28 mayo 2022
Finalizado

Hora

17:00 - 19:00

Ubicación

Auditorio 614
Categoría