La obra completa para órgano de Bach / 4: María Cristina Deanna - Ana Paula Segurola

En el ciclo de conciertos con público en el que se interpreta la obra completa para órgano de Johann Sebastian Bach –en el Klais Opus 1912 del Auditorio Nacional– se presentan las organistas María Cristina Deanna y Ana Paula Segurola.

El ciclo, que se desarrolla a lo largo de 17 conciertos el último fin de semana de cada mes, cuenta con la curaduría de Mario Videla y la participación de notables organistas de nuestro país y de la región.

El concierto se podrá ver en vivo a través del canal de YouTube y el Facebook del CCKirchner.

Programa

Primera parte: María Cristina Deanna

Johann Sebastian Bach
Concierto en do mayor, BWV 595 (basado en un concierto del Príncipe Johann Ernst de Sajonia Weimar)

Allegro

Pedalexercitium (Ejercicio de pedal) en sol menor, BWV 598

Tres preludios corales del Orgelbüchlein (Pequeño libro de órgano)

“Vater unser im Himmelreich” (“Padre nuestro en el reino celestial”), BWV 636
“Ich ruf zu dir, Herr Jesu Christ” (“A Ti te llamo, Señor Jesucristo”), BWV 639
“Christ lag in Todesbanden” (“Cristo yacía en los lazos de la muerte”), BWV 625

Concierto en la menor (basado en el concierto para violín op. 3 nº 8 de Antonio Vivaldi), BWV 593

Allegro - Adagio - Allegro

Segunda parte: Ana Paula Segurola

Johann Sebastian Bach
Preludio y fuga en mi menor, BWV 533

Cinco preludios corales del Orgelbüchlein (Pequeño libro de órgano)

“Von Himmel kam der Engel Schaar” (“Del cielo bajó la multitud de ángeles”), BWV 607
“In dulci jubilo” (“Con una dulce alegría”), BWV 608
“Lobt Gott, ihr Christen, allzugleich” (“Alaben a Dios todos los cristianos”), BWV 609
“Wir Christenleut” (“Nosotros, pueblo cristiano”), BWV 612
“In dir ist Freude” (“En Ti está la alegría”), BWV 615

Preludio y fuga en sol menor, BWV 535

Comentarios sobre las obras del programa
Por Mario Videla

Concierto en do mayor, BWV 595

Las transcripciones y los estudios del período de Weimar comienzan con un cierto número de arreglos para clave y órgano de conciertos originales para violín y orquesta de Vivaldi. Al parecer Bach se inspiró, para llevar a cabo estas piezas en Weimar, en las transcripciones publicadas por su amigo y pariente Gottfried Walther (1684-1748), organista en la iglesia de la ciudad. En Weimar, Bach asimiló por entero la música italiana y, al fundirla con su propia herencia contrapuntística y el lenguaje del norte, creó lo que ahora consideramos como el estilo típico de Bach. También transcribió para órgano un par de obras escritas por el Príncipe Johann Ernst de Weimar, sobrino del Duque reinante, músico de talento y discípulo de Gottfried Walther. Estas transcripciones estaban destinadas a su interpretación fuera del servicio religioso. La transcripción del Concierto en Do mayor del Príncipe Johann Ernst (BWV 595) se limita al movimiento inicial, Allegro. La clara estructuración con formaciones regulares de eco y secuencias y el cambio regular de teclados convierten al movimiento en un atractivo diálogo musical.

Pedalexercitium (Ejercicio de Pedal) en sol menor, BWV 598

Una auténtica rareza entre las obras para órgano es el Pedalexercitium BWV 598. Se ha dudado de su autenticidad, aunque su lenguaje musical es típico de Bach y recuerda ciertos movimientos de las suites para violoncello solo. La pieza, que fue anotada apresuradamente por un alumno, está inconclusa, y los dos compases finales fueron añadidos por él. Sin embargo, las últimas investigaciones musicológicos atribuyen la composición a Carl Philipp Emanuel Bach, por sus rasgos estilísticos, y fue incluida en el décimo volumen de la Obra Completa de Carl Philipp Emanuel Bach, editada en 2008 en Estados Unidos.

Concierto en la menor, BWV 593

Bach quedó fuertemente impresionado por la gracia natural del estilo italiano y fascinado por los resultados que podría conseguir si utilizaba conciertos de Vivaldi en composiciones para órgano solo. A medida que trabajaba sobre estas transcripciones se fue convenciendo de que la técnica del violín podía emplearse con ventaja en las versiones para teclado. El concierto en la menor BWV 593 es sin duda una auténtica obra para órgano. Las figuraciones violinísticas están hábilmente adaptadas al teclado y, en el último movimiento, se prescriben dos difíciles pasajes de pedal para ambos pies que a veces deben separarse una octava y media e incluso dos octavas. En suma, estas transcripciones ponen de manifiesto que Bach no tenía la menor intención de transcribir de manera mecánica cada nota del modelo. Sus versiones refuerzan la armonía e introducen en las voces medias y en el bajo detalles rítmicos y contrapuntísticos que completan y realzan la composición.

Preludio y Fuga en mi menor, BWV 533

Los dos cargos iniciales de Bach como organista, en Arnstadt (1703) y Müllhausen (1707), marcan su primer período, en el cual el joven compositor de apenas dieciocho años se esforzaba por conseguir un estilo personal. Fue en 1705 cuando hizo su famoso peregrinaje a Lübeck para conocer al célebre Dieterich Buxtehude. Su imaginación creativa se incentiva con la música del anciano maestro, y la impresión que éste le causó fue tan profunda que se quedó en Lübeck mucho más tiempo del que esperaba, para disgusto de sus superiores: había pedido tres semanas y se quedó tres meses. El preludio y fuga en mi menor BWV 533 tiene su origen en esa época. Es una obra breve y densa, admirada por los organistas como una de las composiciones más sensibles y expresivas para el instrumento, y una exquisita miniatura en la que el contenido emocional supera la técnica. La fuga se abre con un tema conmovedor, primero con modestia y casi vacilante, pero luego con una creciente seguridad que muestra a un Bach joven e impetuoso.

Preludios corales del Orgelbüchlein (Pequeño libro de órgano)

El “Pequeño Libro de órgano” fue concebido por Bach como un vasto compendio del arreglo coral con pedal obligado para la formación de jóvenes organistas. La finalidad que dio origen a la colección es aún imposible de averiguar. Según una leyenda, Bach mataba el tiempo escribiendo la partitura mientras cumplía un arresto de cuatro semanas en Weimar, a fines de 1717, por haber insistido en la dimisión de su cargo. De lo que hay alguna certeza es que estos corales no fueron destinados para ser cantados por los feligreses sino para alternar con los himnos del oficio. Las 92 páginas del manuscrito autógrafo preveían 164 arreglos, pero Bach llegó a escribir sólo 45, o sea que en más de las dos terceras partes figuran sólo los títulos sin ninguna música. Su disposición sigue el curso del año litúrgico: Adviento - Navidad - Epifanía - Pasión – Pentecostés, conforme al Catecismo Luterano. Todos reflejan el contenido afectivo de los textos de cada himno de una manera simple y concisa, con numerosas figuras retórico-musicales y tonalidades simbólicas.

Preludio y fuga en sol menor, BWV 535

La obra tiene el carácter de una toccata con interrelaciones temáticas entre el preludio y la fuga, y una coda de carácter libre, que se corresponde con los compases iniciales.  Es posible que Bach haya escrito el preludio inmediatamente después de conocer a Buxtehude; está moldeado en tres secciones que se asemejan a una improvisación, con una emocionante parte media donde las manos cambian continuamente de teclado y la música desciende por semitonos por toda la escala. El tema de la fuga tiene las repeticiones de notas que tanto gustaban a Buxtehude; su desarrollo crece en intensidad hasta un clímax en los compases finales, en el que un impresionante solo de pedal despliega toda la grandiosidad del barroco. Los estudiosos se han cuestionado si Bach ideó juntos el preludio y la fuga, ya que el estilo del preludio se parece más a sus primeras obras que la poderosa fuga.